Galicia ganó empleo, tanto fijo como temporal, el pasado año, el tercero consecutivo en el que la comunidad recuperó ocupación laboral después de que la Gran Recesión se llevara por delante más de 140.000 puestos de trabajo entre 2008 y 2013. El descenso fue del 13% en cinco años, al pasar de más de 1.054.000 cotizantes al cierre del primer año de crisis a poco más de 914.600 un lustro después. La mejora del mercado laboral registrada en 2016 deja como resultado que hay más gallegos que hace un año tanto con contratos indefinidos (+2%) como con eventuales (+3,5%).

La comunidad gallega cerró 2016 con 17.600 afiliados más que un año antes (pasó de 946.122 a 963.735), lo que supone un alza del 1,9%, pero casi el 56% de esos nuevos contratos es de carácter temporal (9.807), frente al 44% restante (8.834) de indefinidos. Además, pese a que las contrataciones fijas también suben, la oferta de trabajo estable que más firmemente está avanzando es la que corresponde a las modalidades más precarias, las de quienes tienen ocupaciones estacionales (fijos discontinuos) y jornada reducida (contratos a tiempo parcial).

En los siguientes puntos se explica la evolución de las distintas formas de contratación, de acuerdo con las cuentas de la Seguridad Social.

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Fijos. Los contratos indefinidos que registraron el mayor aumento el año pasado en la comunidad gallega fueron los fijos discontinuos (para ocupaciones estacionales), con un aumento del 5,2%. A cierre de diciembre pasado había en Galicia más de 10.200 profesionales con este tipo de contratos. El segundo mayor incremento en las contrataciones de carácter indefinido correspondió a las de jornada reducida, del 4,1%, con un total de 70.524 trabajadores que tenían esta modalidad de contrato a tiempo parcial. Los repuntes registrados en estos dos casos doblan la mejora (1,7%) que también se ha observado en los afiliados a la Seguridad Social que disponen de contratos indefinidos a tiempo completo (335.546 en la comunidad gallega, sin contar los funcionarios).

Temporales. Casi 280.000 gallegos con empleo tienen contratos temporales, 9.800 más que en diciembre de 2015. Aumentaron tanto los trabajadores con empleos eventuales a jornada completa como los que ocupan puestos a tiempo parcial, un balance similar al que presenta la mayoría de las comunidades autónomas. Por término medio, el trabajo temporal creció un 5,4% en España, con picos cercanos e incluso superiores al 10% en los territorios con un perfil turístico más pronunciado (Baleares y Canarias, sobre todo). En el caso gallego, el empleo temporal a tiempo parcial aumentó un 5,1% el año pasado, hasta sumar 76.461 personas con este tipo de contratos, mientras que los afiliados eventuales a tiempo completo subieron un 4,4%, hasta los 144.187.

En general, el aumento del empleo, medido por la evolución de las afiliaciones a la Seguridad Social, fue en Galicia (1,9%) más de un punto inferior al registrado en el conjunto del país (3,1%), de forma que la velocidad de recuperación de la ocupación perdida durante la crisis está siendo en la comunidad más modesta que en otras. Considerando los puestos que se perdieron en el periodo 2008-2013 y los que se recuperaron desde entonces (49.109), la comunidad necesitará casi seis años más para alcanzar los niveles de afiliación de 2008 si mantiene la intensidad de creación de empleo de los tres últimos ejercicios.

La divergencia con el resto de España en cuanto a la intensidad de la recuperación laboral se produce en todos los sectores y particularmente en la construcción y en el campo. El sector inmobiliario, que provocó buena parte de la destrucción de empleos al estallar la crisis, perdió un 1% de sus cotizantes en Galicia durante el año pasado, hasta quedarse con un total de 72.111 profesionales. Mientras, en el conjunto de España el sector registró un crecimiento vigoroso del 3,2%. Los problemas singulares del sector primario, con la ganadería en continuo ajuste, explican que el campo perdiera en Galicia el 1,5% de sus trabajadores el pasado año, hasta contabilizar casi 61.000. El país cosechó al mismo tiempo una mínima creación de trabajo agrario, del 0,8%.

Las ganancias de cotizantes en la autonomía gallega se concentraron en los servicios (16.482 más que en 2015, un aumento del 2,4%) y en la industria, con 2.762 trabajadores más de alta en la Seguridad Social, un repunte del 2,1%. En ambos sectores, los resultados de Galicia son más tibios que los observados en la mayoría de las comunidades autónomas, lideradas principalmente por los archipiélagos y Cataluña.