Si la exposición al ladrillo fue considerada una "maldición" durante los ocho años de crisis del sector inmobiliario, Goldman Sachs aprecia un sustancial cambio de régimen tras el alza de precios de 2016 que transforma esta circunstancia en una "bendición" para los bancos españoles, que pueden ver reducidas "desmesuradamente" sus provisiones. El influyente banco de Wall Street, advierte, sin embargo de que la exposición inmobiliaria de los bancos españoles sigue siendo grande.