La Xunta cifra la recaudación por fraude fiscal en 139 millones tras la revisión al alza de las autoliquidaciones de impuestos de 22.291 gallegos y el análisis de los grandes patrimonios del año pasado, una cantidad inferior en once millones a lo recaudado por la campaña impositiva de 2015. Según el desglose que adelantó ayer, la Xunta logró elevar los ingresos públicos en 102,6 millones por el primer capítulo, mientras que en el segundo caso la cuantía ascendió a 36,3.

El presidente del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, reveló ayer tras el Consello semanal el balance de la Axencia Tributaria de Galicia correspondiente al año pasado, que incluye bajo el epígrafe de "deuda no declarada" también posibles errores de los contribuyentes al autoliquidar impuestos autonómicos, al entregar sus propios cálculos de la cifra a pagar. Los impuestos autonómicos que suponen la mayor parte de los ingresos fiscales propios son el de Transmisiones Patrimoniales y el de Sucesiones y Donaciones.

Los citados 139 millones suponen un descenso que celebró Feijóo porque, en su opinión, demuestra que cada vez se achica más el espacio a la picaresca por parte de los inspectores de la Consellería de Facenda. Defendió que más del 92% de los contribuyentes cumple con el Fisco, cuatro puntos más que en 2015. En ese ejercicio recibieron una comunicación de la Xunta para pagar completar su aportación fiscal 30.669 ciudadanos, lo que supone 8.378 más que la cifra correspondiente a 2016 dada a conocer ayer: un 27,3% menos.

Feijóo adelantó que este año se aplicará un plan especial de lucha contra el fraude que amplía las bases de datos para detectar bolsas de bienes ocultos al Fisco. "Vamos a buscar datos en internet y las redes sociales", anunció, a lo que se suma un rastreo en paraísos fiscales.