Los empleados de Ferroatlántica de Dumbría y Cee (A Coruña) aseguran que no van a parar hasta que la compañía desista de separar en Galicia su actividad de generación eléctrica de la producción de ferroaleaciones para poder vender las centrales hidroeléctricas gallegas. Y para ello ya tienen preparadas nuevas medidas de presión. En la asamblea de trabajadores celebrada el pasado viernes -previa a la concentración ante la fábrica ceense de Brens-, la plantilla decidió que si la empresa mantiene su plan de deshacerse de las seis centrales que gestiona en A Costa da Morte, convocará una huelga de 24 horas para el mes de marzo.

"El martes tenemos reunión con los representantes de la empresa y si siguen con sus planes, nuestra respuesta será presentar el preaviso de huelga", explicó un integrante del comité de empresa de Ferroatlántica Cee-Dumbría-Centrales Hidroeléctricas. La plantilla critica la insistencia de la compañía en cerrar una operación "que la ley no permite" y las "presiones indirectas" a la Xunta para que autorice la segregación de activos. Entre esas acciones para lograr el beneplácito del Ejecutivo gallego, los trabajadores apuntan tanto al anuncio en España de que Ferroglobe -resultado de la fusión en 2015 de la española Ferroatlántica y la estadounidense Globe- tiene ya un acuerdo definitivo para la venta de las centrales gallegas por unos 270 millones de euros -que quedarían en unos 153 millones tras saldar una operación de leasing que pesa sobre ellas- como a la comunicación de este mismo hecho a los reguladores bursátiles americanos, "remarcando que está pendiente de la presentación a las autoridades gubernativas -la Xunta-, que deben dar su autorización".

El paro que pretende realizar la plantilla será de 24 horas y se celebrará en marzo, una vez que el comité de empresa cuente con las autorizaciones administrativas correspondientes. Con la huelga, los trabajadores aspiran a paralizar totalmente la actividad de las seis centrales hidroeléctricas -"que la empresa no facture nada ese día por ellas"-, apagar totalmente los hornos de las fábricas de ferroaleaciones que puedan pararse y mantener al mínimo aquellos en los que su detención total podría provocar averías.

Desinversiones

El comité de empresa de Ferroatlántica insiste en que el grupo controlado por Miguel Ángel Villar Mir pretende vender las centrales y después desmantelar su actividad en Galicia. "El grupo está vendiendo activos de todo tipo y lo que pretende es tapar su agujero económico con esta operación. Las promesas de inversiones en Galicia son solo humo pues esos 153 millones que obtendría en la operación no son nada al lado de los 350 millones de deuda que tiene la compañía", resumen los representantes de los trabajadores, que retan a la empresa a que, si quiere vender las centrales, venda "todo el lote junto", tanto los saltos de los ríos Xallas y Grande como las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría.

"A las fábricas no les va a ir bien sin las centrales. No tiene sentido. Llevamos 24 años trabajando duro, en los que la empresa no hizo inversiones en las plantas pese a que facturaba unos 20 millones de euros al año por las seis centrales, así que no nos vamos a callar", sentencian fuentes sindicales. "Ferroatlántica presume siempre de que las fábricas de Cee-Dumbría son las mejores del grupo, con el mejor rendimiento y producción de Europa, así que, ¿por qué tenemos que pagar nosotros su mala gestión?", añaden.

Al margen de la huelga prevista para marzo, la plantilla ya tiene convocada otra concentración ante la fábrica de Brens -como la celebrada el pasado viernes, en la que participó casi un centenar de trabajadores- para el próximo día 24. Los empleados volverán a protestar bajo el lema As nosas centrais no se venden. Non á segregación das actividades. Polo futuro da comarca.