Abanca obtuvo en 2016 un beneficio neto de 333,6 millones de euros, lo que representa un incremento del 1,1% respecto al año anterior, según ha informado este miércoles la entidad financiera, que presenta en rueda de prensa los resultados del pasado ejercicio.

El resultado antes de impuestos alcanzó los 358,8 millones de euros, un 3% más que en 2015. Esta cifra, según destaca el banco, permite elevar la rentabilidad hasta el 9,7%. Además, el margen comercial recurrente avanza un 12% y los ingresos por prestación de servicios aumentan un 5,9%.

La morosidad en Abanca se reduce un 20% y se sitúa en el 6,8%, con una cobertura de los activos problemáticos del 54%. Con 13.000 millones de volumen financiado, en 2016 se concedieron 3.000 millones en circulante a empresas y autónomos, un 27% más que en el año anterior.

El foco en seguros y productos de valor añadido, según resalta, se refleja en un crecimiento del 33% en ventas de seguros y del 12% en volumen de fondos, planes y seguros de ahorro. Además, con un 14,7% de 'CET1', la entidad reivindica que se mantiene entre las más solventes del sector financiero español.

Evolución de Abanca

El grupo venezolano Banesco, liderado por Juan Carlos Escotet, se hizo con Novagalicia Banco --resultado de la fusión de las antiguas cajas de ahorro gallegas y su posterior privatización-- por 1.003 millones en una subasta que se resolvió en diciembre de 2013.

En 2014, ya como Abanca, la entidad ganó 601 millones de euros antes de impuestos, si bien el resultado se elevó hasta 1.157 millones por la activación de créditos fiscales. El año siguiente, en 2015, obtuvo un beneficio de 330 millones.

En abril del año pasado, el consejo de administración del banco acordó su primer reparto de dividendos entre sus accionistas (Escotet posee más del 80% de las acciones) por un total de 315,5 millones de euros, cifra prácticamente idéntica a los 315,4 millones en concepto de dividendo a cuenta aprobados el pasado febrero.

Precisamente este viernes, la cabecera del grupo Abanca informó de que había abonado al FROB (fondo de reestructuración ordenada bancaria) de manera anticipada los 300 millones de euros correspondientes al último plazo de los pagos establecidos en el contrato de compraventa de la entidad financiera.