Además del que fue presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, y el exgobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en la lista de los imputados por la salida a Bolsa de Bankia están el inspector Pedro González y el exdirector general de Supervisión, hoy jubilado, Jerónimo Martínez Tello. Dos figuras clave en la fusión de las cajas gallegas. Los dos que acudieron a Galicia el 5 de mayo de 2010 a una reunión con los presidentes y vicepresidentes de las dos entidades de ahorro, la exconselleira Marta Fernández Currás, y el anterior director xeral de Política Financieira, Manuel Galdo. El día de la cumbre de Zapatero y Rajoy, cuando se desbloqueó la operación.

A ninguno de los dos altos cargos del Banco de España les gustó la convocatoria pública del encuentro y Tello llegó a reprocharle a Currás que ese no era el modus operandi del supervisor.

De los dos se habló mucho después en la comisión del Parlamento y en el juicio contra los exdirectivos por las prejubilaciones. Pedro González fue testigo de la Fiscalía y no pudo negar que le aconsejó a José Luis Pego que se jubilase en la entidad -aunque matizó que "a lo mejor, me entendió mal"-, ni que, como narró el propio Pego, el Banco de España apeló a intentar la fusión para evitar el veto de la Xunta. "Hay partido", decían en el supervisor ante el rechazo de Caixanova por la debilidad de los números.