El secretario confederal de la CIG, Paulo Carril, insistió ayer en rechazar el plan industrial de Ferroatlántica en Galicia porque incluye la venta de sus instalaciones energéticas en la comarca de Fisterra.

El sindicalista considera además que Ferroatlántica no es creíble porque en los últimos 25 años que lleva al frente de las instalaciones de Cee y Dumbría no invirtió "ni un solo euro" en las factorías de ferroaleaciones, a pesar de haber realizado promesas como la construcción del llamado horno 23 que de nuevo vuelve a plantearse como una de las mejoras a ejecutar en Dumbría.

Aventuró además que si los saltos de agua no estuvieran vinculados a las fábricas, éstas ya no permanecerían operativas en este momento.

Carril evitó polemizar con la postura adoptada en Sabón, a favor del plan industrial que UGT justificó porque no recoge explícitamente la venta de las centrales que el comité arteixán había rechazado en un manifiesto público. El dirigente nacionalista llamó a la "seriedad" y la "claridad", porque aunque el documento apoyado en Sabón no lo mencione, la empresa ha dejado claro que sin vender las centrales no hay plan.