La petrolera española Repsol registró un beneficio neto de 1.736 millones de euros en 2016, frente a las pérdidas de 1.398 millones de euros de un año antes, según informó ayer la compañía, que destacó que se trata del mayor resultado alcanzado en los últimos cuatro años. Ese beneficio, con el que el grupo bate previsiones, refleja "la fortaleza y flexibilidad de los negocios", especialmente tras la adquisición de Talisman, y el éxito del programa de actuación puesto en marcha para responder a la caída de los precios del crudo y del gas, según explicó el consejero delegado de la firma, Josu Jon Imaz.

El beneficio neto alcanzó los 1.736 millones de euros y fue superior en más de 3.100 millones de euros al del ejercicio 2015, en el que la compañía realizó provisiones extraordinarias ante la posible persistencia de un escenario de precios deprimidos del crudo y del gas.

El beneficio neto ajustado, que se situó en 1.922 millones, fue un 4% superior a los 1.852 millones de euros obtenidos en 2015, ejercicio en el que se incluyeron resultados financieros excepcionales de 500 millones, derivados fundamentalmente de la posición en dólares que tenía la compañía tras cobrar la expropiación de YPF.

Mientras, Telefónica obtuvo un beneficio neto de 2.369 millones el año pasado, lo que supone multiplicar casi por cuatro los 616 millones que ganó en 2015 por factores no recurrentes, fundamentalmente un impacto de 1.290 millones de euros en el cuarto trimestre derivado de gastos de reestructuración, según informó ayer la compañía, que redujo un 1,2% su deuda. Excluyendo el efecto de estos factores no recurrentes, Telefónica ganó el pasado ejercicio fiscal 4.038 millones de euros, lo que representa una subida del 4,8% respecto a los 3.855 millones de 2015.