Los trabajadores de Ferroatlántica de las fábricas y de las centrales hidroeléctricas de Cee y Dumbría (A Coruña) acusaron ayer a la empresa de contar la realidad "según le conviene" con la finalidad que ver cumplido su objetivo de vender los saltos de agua que gestiona en A Costa da Morte. El portavoz del comité de empresa, Alfonso Mouzo, aseguró ayer, tras saber que el grupo había anunciado el visto bueno de la plantilla de Aragón -donde Ferroglobe tiene una fábrica de ferroaleaciones y cinco centrales hidroeléctricas, que también pretende vender- a su plan industrial, que la situación de las centrales aragonesas "nada tiene que ver con la de las gallegas".

"En Galicia Ferroatlántica tiene una concesión a 75 años, que caduca en 2069, para gestionar los saltos de agua. En Huesca las centrales están en régimen de alquiler y el contrato vence en 2019. Los trabajadores lo saben, y también que el Gobierno de Aragón pretende recuperar la gestión de los saltos, por lo que prefieren apoyar un plan que les garantiza trabajo para siete años antes que enfrentarse a la incertidumbre que se cierne sobre su futuro en apenas dos años", relató Mouzo, que subrayó que las fábricas gallegas tienen garantizada su actividad medio siglo más gracias a las centrales.

Los empleados de A Costa da Morte secundaron ayer una nueva protesta, ante la fábrica de Brens, en Cee, contra los planes de la empresa y anunciaron que "resistirán" hasta conseguir que desista. "Llevamos cuatro meses sufriendo el acoso y derribo de la empresa, pero vamos a aguantar", aseveró el portavoz de la plantilla gallega. Los trabajadores harán huelga el 10 de marzo y se manifestarán contra la venta de las centrales.