La Asociación Empresarial Galega de Centros Especiais de Emprego Sen Ánimo de Lucro (Cegasal) nació en 1997 como un proyecto pionero en España para incorporar a personas con discapacidad al mercado laboral. Veinte años después la entidad, afirma su presidente, José Antonio Vázquez, tiene muchos retos por delante y él mismo reconoce que no duerme tranquilo al saber "que hay muchos compañeros en una situación difícil".

-¿Qué balance hace de estas dos décadas de actividad?

-En una primera fase fue filosofía. Hace 20 años no existía nada sin ánimo de lucro de generación de empleo. Se marcó un antes y un después. A nivel nacional no lo entendían. El sin ánimo de lucro, les explicaba yo, no excluía que tuviesen que dar beneficios. El tiempo nos dio la razón y ahora el resto de España, es lamentable que hayan tenido que pasar 20 años, gira hacia esa política. Los Gobiernos, de cualquier color, deberían potenciar las políticas de economía social y estos centros especiales de empleo porque su beneficio, que debe haberlo, genera más empleo y formación.

-¿La formación es clave?

-Sí, el 70% de las personas con discapacidad en paro no tiene estudios primarios. El reto es grande.

-De los 17 centros de Cegasal, 12 son de A Coruña, dos de Lugo y tres de Ourense. ¿Por qué no hay ninguno de Pontevedra?

-Operan en toda Galicia, pero en A Coruña nacieron los movimientos gallegos de las asociaciones del mundo de la discapacidad y en su momento fue más fácil crear centros en esta provincia. Ahora tenemos dos grandes retos: la formación y, algo que nos planteó recientemente el conselleiro de Economía, Francisco Conde, generar empleo y formación en el rural. Pero hay una lista de espera en la que centros especiales de empleo de Pontevedra, Lugo y Ourense se incorporarán a Cegasal en los próximos meses.

-Estos centros forman también a las personas con discapacidad de cara a la empresa ordinaria. ¿Acaban muchos profesionales en firmas privadas?

-Los datos son bajos, sobre un 20% en toda la historia. Son datos malos, pero es que las personas que entran en los centros especiales de empleo, pese a que se las educa a nivel profesional y no se juega con paternalismos, después no se quieren ir. Dicen: "Esta es mi casa". Se da ese paternalismo que no queremos desarrollar pero que es una realidad.

-¿Y les es muy difícil adaptarse a la empresa ordinaria?

-El sector privado tiene un ritmo de trabajo mucho mayor, acelerado, más exigente. Eso no quita que nuestra producción sea de máxima calidad y sostenibilidad, pero también porque estamos subvencionados por formar a mucha gente. Precisamente vamos a presentar a la Xunta un proyecto de formación en el rural, que fue lo que nos pidió.

-Las empresas de más de 50 trabajadores deben incorporar un 2% de personas con discapacidad, aunque hay alternativas. ¿Cuál es la situación?

-Con contratos superiores a seis meses, en 2016 las empresas contrataron a 2.200 personas. En centros especiales de empleo en Galicia superamos las 800 personas con contratos de esta duración. Sobre el comportamiento de las empresas, debo decir que Cegasal tuvo un gran padrino en Antonio Fontenla, cuando lideró la CEG [Confederación de Empresarios de Galicia], porque le abrió la puerta a la patronal. Ninguna entidad de economía social de centros especiales de empleo está en órganos de gobierno ni en confederaciones de empresarios de España, solo Cegasal. Y desde que estamos en las patronales el empresariado gallego tiene un comportamiento bueno, razonable.

-¿Y en las administraciones?

-Hay una comisión de seguimiento con la Consellería de Economía. La Xunta debe reservar del 3% al 5% de la carga de trabajo, pero va lento. La Administración es como un trasatlántico, los giros deben ser lentos. Crecemos poco a poco, pero la situación en la Xunta es mejor que en las administraciones provinciales y locales.

-¿Ve síntomas de recuperación tras años de crisis?

-Sí, en facturación y generación de empleo. Pero el censo de personas con discapacidad en Galicia es de 300.000 personas, en paro son 90.000, y el 70% ni busca ni cree ni piensa que pueda encontrar empleo. Sí hay recuperación, pero falta mucho para llegar a cifras aceptadas internamente, para decir que duermo tranquilo. Hoy en día no me acuesto con total tranquilidad; pienso que hay muchos compañeros, yo mismo soy discapacitado orgánico, en una situación difícil.

-El 70% de las personas con discapacidad está en paro y la tasa apenas varía haya crisis o no...

-Por desgracia, el empleo para personas con discapacidad siempre ha estado en crisis. Pero este conselleiro de Economía y su equipo, y no soy de ningún partido, apuestan fuerte por el empleo de las personas con discapacidad. Hay que reconocerlo si un político lo hace bien.

-Hablaba antes de Cegasal, que está en la CEG. ¿Cómo vivió la crisis de la patronal gallega?

-Todos los sectores de la patronal gallega han respetado a Cegasal, hasta el punto de que estuvieron de acuerdo en que su presidente presida la comisión económica de la CEG, una de las más importantes. A todos (sector Vigo, Ourense, Lugo, A Coruña, las sectoriales...) les tengo que dar las gracias porque en esta crisis de la CEG, que la hubo, estaría mal negarlo, respetaron a Cegasal y a mí mismo. Pero insisto, Fontenla abrió la puerta de la patronal a Cegasal, tuvo esa visión que nos hizo ser pioneros en España.