La destrucción de empleo provocada por la crisis dejó como resultado elevadas tasas de paro en algunos grupos de trabajadores, como los jóvenes, de los que alrededor de la mitad carece de trabajo. Pero la situación es todavía más crítica en el caso de profesionales con algún tipo de discapacidad que, independientemente de que la economía atraviese por dificultades o esté en plena bonanza, padecen tasas de desempleo muy superiores. Para luchar contra este difícil escenario laboral y favorecer la formación e incorporación de las personas con discapacidad a la empresa ordinaria surgió en 1997 la Asociación Empresarial Galega de Centros Especiais de Emprego Sen Ánimo de Lucro (Cegasal), impulsada por la Confederación Gallega de Personas con Discapacidad (Cogami), Fademga Plena Inclusión Galicia y la Federación de Asociacións de Persoas Xordas de Galicia (Faxpg).

La organización, única de este tipo en Galicia, cumple dos décadas de actividad en las que su crecimiento ha sido constante. De los cinco centros especiales de empleo que integraban la entidad en 1997, ahora cuenta ya con 17 -12 en la provincia de A Coruña, dos en Lugo y tres en Ourense-. En total, sus distintas iniciativas laborales -centradas en la gestión ambiental, jardinería, transporte, textil, diseño o agroalimentación, entre otras- emplean a cerca de 1.250 personas en la comunidad gallega -el 90% de ellas con algún tipo de discapacidad- y facturan más de 20 millones de euros al año. Los beneficios obtenidos son reinvertidos íntegramente en los proyectos en marcha para mantenerlos o incluso ampliarlos.

Cegasal, como no se cansa de repetir su presidente, José Antonio Vázquez, nació para luchar contra el drama social que supone que el 74% de las personas con discapacidad en edad laboral carezca de trabajo. Y lamenta que esa situación se debe, en buena medida, al "reparo" que aún genera en las empresas su contratación "por el dañino desconocimiento social de sus capacidades". Un escenario que provoca frustración en los afectados y deriva en que la mayoría ni siquiera busque empleo porque considera que no lo va a encontrar.

"Las iniciativas empresariales integradas en la economía social nacen y desarrollan su actividad para ofrecer oportunidades de empleo a personas con discapacidad, mejorando sus capacidades y habilidades profesionales y potenciando su tránsito al mercado ordinario de trabajo, bien sea mediante su contratación en empresas ordinarias, a través de fórmulas de autoempleo o de cara al acceso a un empleo público", resume el presidente de Cegasal.

Pero para acceder al mercado de trabajo ordinario, estos profesionales deben salvar todavía esos prejuicios en relación con sus capacidades. "Se sigue pensando que las personas con discapacidad son más propensas a coger bajas, que son menos eficaces, pero su capacidad es similar a la de cualquier persona", denunciaba el vicepresidente de Cegasal, Ignacio Rodríguez, en una entrevista concedida recientemente a este diario.

Precisamente, la organización busca resaltar las capacidades de estos profesionales y, por ello, considera que más que de discapacidad debería hablarse de "capacidades diferentes". "Es como realmente sentimos que deben denominarse", apunta Vázquez, que recalca que nunca deberían ser un impedimento para el desarrollo laboral de las personas.

Y al margen de los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro, con buenas cifras de facturación, también hay otros ejemplos de firmas creadas para favorecer la integración laboral que logran importantes rentabilidades y que demuestran esas grandes capacidades de las personas con discapacidad. Es el caso del proyecto For&From, una red de tiendas bajo el modelo de franquicias de Inditex impulsado desde 2002 y con plantillas formadas mayoritariamente por personas con discapacidad. Los responsables de la multinacional fundada por Amancio Ortega resaltan "el alto grado de exigencia y compromiso" de los trabajadores de estas tiendas, que llevan a que estén "en los niveles de rentabilidad" del resto de enseñas del grupo de Arteixo. "El objetivo es poner en valor las capacidades de las personas por encima de sus discapacidades y darles independencia económica. Se busca lograr la inserción de estos trabajadores en la empresa ordinaria, algo para lo que están capacitados", resumió el presidente de Cogami -una de las impulsoras de Cegasal y colaboradora de Inditex en el proyecto For&From en Galicia-, Anxo Queiruga, durante una visita el año pasado a la tienda con la que esta iniciativa cuenta en Culleredo.

Esos "prejuicios y reparos" de las empresas a contratar a personas con discapacidad llevan a que muchas veces se incumpla la reserva de empleo para personas con discapacidad fijada en España para las empresas de más de 50 empleados, que es del 2%. Un incumplimiento que se extiende también a las administraciones públicas. En el caso de la Xunta, esa cuota de reserva es del 3%, pero los responsables de Cegasal denuncian que se incumple "con carácter general en todo el Estado".

Para luchar contra ello y formar a las personas con discapacidad de cara a su incorporación a la empresa ordinaria son vitales -como en los últimos 20 años- los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro. Los más importantes de Galicia por facturación y número de empleados son los siguientes:

ECoregal. Cogami Reciclado de Galicia centra su actividad en la gestión integral de residuos, en su reciclaje, reutilización y tratamiento con la finalidad de darles valor. Su sede está en Santiago, pero tiene ecoplantas en los concellos coruñeses de Boiro, Narón, Carballo y Santiago y en el pontevedrés de Mos. Además, gestiona puntos limpios en otras localidades gallegas.

Coregal empleaba en 2015 a 163 personas -146 hombres y 17 mujeres-, 153 de ellas con algún tipo de discapacidad, y facturó más de 6,5 millones de euros. Es el primer centro especial de empleo por cifra de negocios y el segundo por plantilla.

ECombina Social. Dedicada a "la organización y gestión de servicios auxiliares para empresas socialmente responsables", ofrece ayuda a las compañías con más de 50 empleados en plantilla para cumplir con la ley de integración de las personas con discapacidad y ahorrar "tiempo, esfuerzo, mano de obra, costes de operación, costes de formación y de capacitación" a la hora de incorporar a discapacitados a sus cuadros de personal. Es la primera entidad de Cegasal por trabajadores, con 169 en 2016, y la cuarta por ingresos, con casi dos millones de euros el año pasado.

EHornos Lamastelle. Este centro especial de empleo con sede en Oleiros, dedicado fundamentalmente a la fabricación artesanal de empanada gallega y tartas de Santiago, es el segundo que más factura, más de 3,5 millones de euros el año pasado. Su plantilla estaba formada a cierre de 2016 por 71 personas, 65 de ellas con algún tipo de discapacidad.