La empresa coruñesa Superficies Comerciales SA (Superco), que llegó a gestionar siete centros comerciales en España, acaba de escribir el último capítulo de sus 35 años de historia. La titular del juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña, María Salomé Martínez Bouzas, dictó una resolución el pasado 30 de enero por la que decreta la conclusión del concurso de acreedores de la compañía al haber finalizado la fase de liquidación. Por este motivo, acuerda además "la extinción de la entidad" y procede a cerrar "su hoja de inscripción en los registros públicos correspondientes", una vez aprobada "la rendición final de cuentas formulada por la administración concursal".

El edicto judicial, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, supone poner fin a la actividad de una compañía creada en 1982 y que tenía entre sus accionistas a importantes empresarios gallegos como José Souto Meizoso, Miguel Ángel San Martín, el diseñador Javier Cañas o la familia Tojeiro.

Los problemas de Superco -que llegó a gestionar cinco centros comerciales en Galicia (entre ellos los coruñeses de Cuatro Caminos y El Puerto Centro Comercial, ahora Los Cantones Village), uno en Barcelona y otro en Madrid que no llegó a abrir- surgieron en 2010 al encontrarse con una deuda superior a los 110 millones de euros derivada principalmente del frustrado proyecto madrileño. La compañía invirtió más de 130 millones en la construcción del Aranjuez Plaza Centro Comercial -su gran inmersión en el sector de la promoción inmobiliaria- pero la infraestructura no pudo iniciar su actividad por el litigio judicial entre el Ayuntamiento de Aranjuez, del PSOE, y la Comunidad de Madrid, del PP, que impedía su inauguración ante la falta de accesos. Un problema agravado además porque la empresa encargada de construir una gran glorieta en la entrada al centro comercial, Martinsa Fadesa, entró en concurso y no ejecutó la obra.

Proyecto clave

La parálisis de este proyecto provocó que en noviembre de 2009 Superco solicitase el preconcurso de acreedores, proceso que superó en marzo tras alcanzar un acuerdo de refinanciación con los acreedores -Caixa Galicia, Banco Pastor y Santander- a cinco años. El pacto ponía todas sus esperanzas en el centro comercial de Aranjuez y la falta de avances -el proyecto aún está hoy paralizado- provocó que en 2013 volviese a entrar en concurso, y posteriormente en fase de liquidación, proceso que cerró en enero el juzgado de lo Mercantil coruñés.