La CIG ratificó ayer su oposición al plan industrial que Ferroglobe quiere desarrollar con la venta de las seis centrales en los ríos Xallas y Grande y que pasa por invertir 100 millones en Galicia, 42 de ellos en la fábrica Silicio Ferrosolar, que fue la última en lunes en firmar un acuerdo con la empresa. La multinacional se compromete así a levantar una nueva fábrica si logra vender los saltos de agua. Esta firma del grupo, que actualmente es una planta piloto de la factoría proyectada e incluso anunciada antes de conocerse el plan de venta de las centrales, cuenta con 25 trabajadores y un sólo delegado de la CIG. El secretario confederal del sindicato, Paulo Carril, explicó que el delegado de personal apoyó el acuerdo tras escuchar a sus compañeros y acusó a la empresa de amenazarlos. "Los trabajadores de Silicio Ferrosolar está ahora mismo sin carga de trabajo premeditada y deliberadamente por decisión de Ferroatlántica para con ello obligarles a firmar bajo a amenaza de despido o de ERE, todo para obtener su apoyo al plan industrial"