Las factorías y las centrales hidroeléctricas que Ferroatlántica tiene en A Costa da Morte (en Cee y Dumbría) registraron ayer un nivel de actividad mínimo, como el de cualquier festivo, como consecuencia de la huelga de 24 horas convocada por la plantilla contra la pretensión de la empresa de vender los saltos de agua gallegos. Los sindicatos aseguraron que el 93% de la plantilla que podía secundar el paro -sin contar los incluidos en los servicios mínimos- así lo hizo, mientras que responsables de la compañía apuntaron que participó en la huelga el 47% del personal, sin excluir de su cálculo a los adscritos a los servicios mínimos.

"Para nosotros el seguimiento es total porque ese 7% de empleados que no participó en la huelga está formado por directivos de la empresa. Podemos hablar de un éxito rotundo", apuntó el portavoz de la plantilla de las fábricas de ferroaleaciones y de las centrales hidroeléctricas de Cee y Dumbría, Alfonso Mouzo, en su valoración del resultado de la convocatoria. "Se está trabajando según la previsión, de acuerdo con los servicios mínimos", se limitaron a aclarar fuentes de la compañía.

Unos servicios mínimos que finalmente impuso la empresa al no llegar a acuerdo con los sindicatos y que supusieron que el 42% de los empleados de las fábricas y los saltos de agua de A Costa da Morte, 98 de sus 231 profesionales, tuviese que acudir ayer a su puesto de trabajo obligatoriamente. Los representantes de la plantilla consideran abusivos los servicios mínimos fijados por Ferroglobe -resultado de la fusión de la española Ferroatlántica y la estadounidense Globe- y, por ello, ya los recurrieron a principios de semana en los juzgados de A Coruña.

Mouzo detalló que la incidencia de la huelga fue tal que incluso cesaron su actividad las firmas auxiliares que dependen de Ferroatlántica. "Solo se hicieron trabajos de mantenimiento para que mañana -por hoy- se pueda reanudar la actividad con normalidad. Pero alrededor del 99% de los profesionales que dependen de Ferroatlántica en A Costa da Morte no trabajaron", aseveró el portavoz de la plantilla.

Mientras, fuentes del grupo empresarial resaltaron que, al margen de Cee y Dumbría, no hubo huelga en las otras factorías españolas de la compañía: las dos de Sabón (Arteixo), la de Boo, en Cantabria, y la de Monzón, en Huesca. A mayores, apuntaron que solo una fábrica gala, de las seis que tiene, secundó el paro y que en otra la huelga afectó a uno de sus cuatro hornos.

Al margen de la jornada de inactividad, los trabajadores realizaron a las 19.30 horas una manifestación desde la fábrica de Brens, en Cee, hasta la plaza del Ayuntamiento en la que participaron centenares de personas. Entre ellos estaban numerosos representantes de la CIG, sindicato que eligió la protesta de los trabajadores de Ferroatlántica como movilización principal de la comarca coruñesa con motivo de la celebración del 10 de marzo, Día da Clase Obreira Galega.

Entre los participantes en la protesta estuvieron también comerciantes de Cee y Dumbría que, según Mouzo, cerraron sus establecimientos justo antes del inicio de la manifestación y se sumaron a ella como muestra de solidaridad.

Los trabajadores insistieron en exigir a Ferroglobe que desista de su plan de vender las centrales hidroeléctricas gallegas, algo que consideran "ilegal", y exigieron a la Xunta que mantenga su negativa a la segregación de activos -la única medida que permitiría a la empresa cerrar la operación- para garantizar "el futuro laboral de la comarca". La plantilla cuestiona además los planes de inversión de la empresa.