El Gobierno ha intensificado en los últimos años la presión inspectora para hacer aflorar el empleo sumergido, pero aún hay muchos profesionales que trabajan sin estar dados de alta en la Seguridad Social. El cruce de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre de 2016 con los de cotizantes del pasado mes de diciembre, que publica el Ministerio de Empleo, revela que en Galicia hay más de 85.000 personas que desarrollan su actividad de forma irregular. Una cifra considerable que bajó levemente, un 0,6%, respecto a 2015, cuando los profesionales en esta situación superaban los 86.300.

Las estadísticas de afiliación cifran en 963.735 los gallegos dados de alta en la Seguridad Social a cierre del año pasado, pero la EPA, por contra, apunta que hay 1.049.600 personas en la comunidad que aseguran tener una ocupación, lo que deja esa diferencia de más de 85.000 personas que trabajan en la clandestinidad.

Y buena parte de culpa en estos abultados datos de empleo sumergido la tiene la provincia de A Coruña, que concentra más de la mitad de los puestos de trabajo no declarados de la comunidad. Además, frente a la contención de las cifras registrada en el conjunto de Galicia, en la provincia coruñesa incluso aumentaron los casos un 10% en 2016 respecto a un año antes.

Los coruñeses que aseguran tener una ocupación, según la EPA, ascendieron en el último trimestre del año pasado a 458.100, frente a los 413.738 cotizantes a la Seguridad Social que contabilizó el Ministerio de Empleo en diciembre de 2016, lo que deja una diferencia de 44.300 profesionales que desarrollan su actividad sin hacer aportaciones a las arcas públicas. Y la cifra subió en más de 4.000 personas, al pasar de rondar las 40.300 a finales de 2015 a esas 44.300 del año pasado, un alza del 10%.

De hecho, la provincia de A Coruña suma casi el doble de puestos de trabajo irregulares que Pontevedra, la segunda provincia -y a poca distancia- tras la coruñesa por actividad económica. Los pontevedreses que realizan una actividad sin estar dados de alta en la Seguridad Social rozan los 24.000, frente a los casi 22.500 de 2015, un repunte del 6,6%. Si el Ministerio de Empleo contabilizaba 330.646 cotizantes en la provincia de Pontevedra a cierre de 2016, la Encuesta de Población Activa del último trimestre del año revela que hay más de 354.000 pontevedreses que cuentan con una ocupación.

La siguiente provincia gallega con más empleo sumergido es Lugo, con algo más de 10.000 casos tras una reducción de 6.000 en solo un año, un 37% menos. Los lucenses dados de alta en la Seguridad Social suman 118.000 personas, pero las que aseguran estar ocupadas superan las 128.000. Ourense, por su parte, tiene 7.300 puestos de trabajo irregulares, prácticamente los mismos que a cierre de 2015. Si la provincia supera levemente los 100.000 cotizantes a la Seguridad Social, en la EPA afirman tener empleo más de 108.000 ourensanos.