La firma gallega Magallanes Renovables retoma el proyecto con el que busca obtener electricidad a partir de las corrientes marinas. Tras un parón de más de un año para reformular la propuesta de I+D, la empresa recibió ayer nueva plataforma concebida para este fin. El artefacto construido en Mos (Pontevedra) será de mayor tamaño que el primer proyecto, cuenta con una ingeniería renovada y será testado a partir de mayo en aguas gallegas.

En esta etapa de su carrera mundial por conseguir energía del mar, la firma redondelana Magallanes Renovables cuenta con nuevos socios tanto nacionales como internacionales, a lo que suma también la importante subvención europea conseguida el pasado verano y que le permitirá realizar las pruebas definitivas en Escocia. La firma logró 1,9 millones de euros en la cuarta edición de Fast Track to Innovation (FTI) al convertirse en uno de los 16 ganadores de entre los más de 400 consorcios que se presentaron. Es la primera vez que esta subvención es liderada por una empresa gallega.

Bajo el nombre Ocean 2G, el proyecto tiene una duración de 24 meses y servirá para financiar las pruebas con conexión a la red en las Islas Orcadas (Escocia). Allí, en el Centro Europeo de Energías Marinas (EMEC, por sus siglas en inglés), Magallanes intentará demostrar que su tecnología es válida y fiable. Antes llegarán las primeras pruebas en la Ría de Vigo, dónde comprobarán este verano que todos los equipos funcionan correctamente simulando una situación real de generación de electricidad. A cargo de la ingeniería naval gaditana Sea Master, el diseño es similar al concebido en un primer proyecto, aunque ya no incluye los "flotadores" en los laterales, ya que tiene estabilidad propia. De esta forma, además, deja de ser un trimarán, como fue en un primer momento.

Con motivo del ensamblaje de la plataforma, la semana pasada Magallanes reunió en su sede al grupo de empresas participantes en el consorcio. Al EMEC y a la firma gallega se unió Leask Marine, especializada en instalaciones submarinas y que se ha encargado de realizar y desarrollar el complejo sistema de fondeo y conexión al cable eléctrico submarino.

Junto a ella está también la empresa IM Future, que se dedica al mantenimiento de parques eólicos y que aporta gran experiencia en la conservación de los equipos de generación de electricidad.

El original y conocido como Proyecto Magallanes, cofinanciado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y que también incluía a CNV Naval Architects, se quedó en la etapa de I+D. Era un trimarán que se construyó entre 2014 y 2015 por astilleros Cardama.