La Administración central y la Seguridad Social fueron las dos grandes fuentes de déficit y concentran el mayor desafío en su reconducción para bajar el descubierto del 4,54% del PIB en 2016 al 3,1% pactado para 2017. La Administración central aportó el 60,1% del déficit y fue la más incumplidora. Tenía como objetivo bajar su saldo negativo al 2,2% y se fue hasta el 2,73% (30.078 millones) y al 2,52% (28.730) sin la ayuda financiera.

A esta desviación se sumó el elevado déficit del conjunto de la Seguridad Social, que, con un descubierto del 1,6%, 17.824 millones), y aunque no llegó al límite del 1,7% que se le concedió, aumentó en 4.946 millones.

El problema se concentra en el sistema de pensiones, que arrojó un saldo negativo de 20.283 millones (1,82% del PIB) pese al aumento del 3,4% de las cotizaciones. El Servicio Público de Empleo tuvo un superávit de 2.294 millones y el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) redujo el déficit de los 177 a los 107 millones.

Las autonomías se desviaron al alza en 12 centésimas y sumaron un déficit del 0,82% (9.134 millones). Aportaron el 18,06% del déficit total. Cumplieron el objetivo del 0,7% del PIB once de las 17 comunidades autónomas: Galicia, Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Navarra, La Rioja y País Vasco. De esta manera, se demuestra que los recursos que se han puesto a disposición de las comunidades se "han destinado a reducir el déficit público", indican desde el Gobierno.