La agencia de calificación Standard and Poor's mantiene la nota de España en un aprobado alto (BBB+), pero le ha mejorado la perspectiva de estable a positiva. El cambio de perspectiva abre la puerta a una subida de la nota de España en futuras revisiones en un plazo de dos años si se mantiene la solidez del crecimiento económico y el proceso de consolidación fiscal.