El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, destacó ayer que la adquisición del BPI, quinto banco portugués, ha convertido a la entidad catalana en líder ibérico en activos, clientes, volumen de negocio (564.000 millones) y oficinas, y que esta operación "creará valor de forma sostenible" para los accionistas de CaixaBank y para los de BPI. Con esta adquisición, la número 80 de la historia de La Caixa, el grupo, dijo, podrá seguir ganando cuota de mercado.

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, mostró, por su parte, la "plena confianza" en el equipo directivo de BPI y explicó que CaixaBank y la entidad lusa son dos entidades que se complementan de manera natural. Además, incidió en que BPI es la quinta entidad de Portugal y que opera en un mercado atractivo con potencial de crecimiento y, ante voces que auguraban un recorte del crédito en BPI tras la entrada de CaixaBank, aseguró: "Nuestra previsión es aumentar fuertemente la concesión de crédito a la economía portuguesa, que creemos que tiene buenas perspectivas de crecimiento".

Rentabilidad

Gual añadió: "Hemos vuelto a demostrar que nuestro modelo funciona, incluso en un entorno lleno de dificultades", y recordó que CaixaBank es líder en banca minorista tradicional y digital, aunque reconoció que la entidad ha revisado a la baja los objetivos de rentabilidad del plan estratégico 2015-2018 por el contexto económico y de bajos tipos de interés.

Respecto a la remuneración a los accionistas, explicó que desde la salida a bolsa de Criteria en 2007, la rentabilidad acumulada de la acción es del 33%, superando a los bancos del Ibex, y que el dividendo de 2016 será de 13 céntimos por título.