El comité de seguridad y salud del complejo formado por las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría y las centrales hidroeléctricas que Ferroatlántica gestiona en Fisterra y A Costa da Morte se reunirá a las once de esta mañana para iniciar la investigación del accidente laboral que ayer provocó quemaduras de segundo grado en la cara a tres trabajadores -a uno de ellos, graves- del centro de Brens (Cee)accidente laboral quemaduras tres trabajadoresBrens Cee. La plantilla apunta sin embargo que los operarios se disponían a intervenir después de detectar una avería en el horno 12, cuando se produjo una deflagración en su interior que liberó una bocanada de vapor y alcanzó a los heridos.

Los trabajadores fueron inicialmente asistidos por personal médico de la propia empresa y posteriormente trasladados a la clínica de la mutua contratada por Ferroglobe, pero dos de ellos fueron evacuados al Complejo Hospitalario de A Coruña, donde ayer permanecían ingresados en observación y se esperaba que pasasen la noche en el centro hospitalario. El otro herido es Santiago Paz, presidente del comité de empresa que desde hace años reclama inversiones y denuncia que Ferroglobe prima los resultados económicos sobre la seguridad de sus trabajadores. Tras recibir asistencia en la factoría, se recuperaba ayer de las heridas en su domicilio.

Fuentes de la plantilla explicaron que el accidente laboral se produjo poco después de que los trabajadores detectasen una fuga de agua en el horno dos (se denomina horno doce, pero es el segundo de los tres que existen en Cee).

Una de las mangueras del sistema de refrigeración, la que tiene que evacuar el agua de retorno se soltó y empezó a verter al interior, lo que provocó la acumulación del vapor y una posterior deflagración dentro del horno "similar a la que puede producir una olla a presión", según explicaron trabajadores de la planta. Por suerte para los operarios heridos, los tres se encontraban tras un mamparo de seguridad que dispone de una rejilla -a la altura de la cara- a través de la que se puede comprobar el funcionamiento del horno. "Tuvieron suerte porque de casualidad no estaban muy cerca, pero en 2005 en ese mismo horno y por una avería exactamente igual, la explosión provocó quemaduras graves a otros tres trabajadores y uno de ellos falleció", recordó el portavoz del comité de empresa, Alfonso Mouzo.

Ferroglobe -resultado de la fusión en 2015 de la española Ferroatlántica y la norteamericana Globe- atribuyó lo sucedido a una "incidencia" con un saldo de dos heridos, anunció la apertura de una investigación para determinar las causas del siniestro. Horas después convocaba a los sindicatos a una reunión del comité de seguridad y salud para iniciar las pesquisas. En un comunicado, el comité de empresa exigió a la compañía que realice "todas las investigaciones oportunas" y que depure todas las responsabilidades y adopte las medidas necesarias para que no vuelvan a repetirse accidentes. "Revertir la precariedad de las medidas de prevención y seguridad laboral en esta empresa constituyó una durísima lucha que el personal tuvo que mantener a lo largo de muchos años, pues más allá de la propaganda con la que el grupo Villar Mir suele llenar los medios, la seguridad y la integridad física de los trabajadores de Ferroatlántica no estuvo entre las prioridades de la empresa", denuncia.

El comité responsabiliza además a la Administración de su "pasividad" porque "nunca se empleó a fondo" en hacer cumplir la normativa. Los delegados sindicales mostraron su solidaridad con los heridos y anunciaron que exigirán responsabilidades por el accidente "a todos los niveles". La plantilla insistió, como viene haciendo desde que en octubre Ferroglobe anunció su propósito de vender las centrales hidroeléctricas de los ríos Xallas y Grande, que el grupo Villar Mir no ha invertido un solo euro en mantenimiento desde que hace 25 años compró los saltos de agua y las fábricas de ferroaleaciones a Carburos Metálicos. "Mientras, los beneficios generados por las centrales hidroeléctricas vinculadas a la fabricación de ferroaleaciones sirvieron para sufragar proyectos fuera del país y negocios del grupo empresarial, ajenos a la actividad de Ferroatlántica, las factorías de A Costa da Morte quedan sin inversiones y obsoletas", añade el comité en su comunicado.

La multinacional presentará en los próximos días su solicitud a la Xunta para que modifique la concesión administrativa gracias a la cual explota las centrales hidroeléctricas, de forma que permita su venta al fondo canadiense Brookfield. Ferroglobe espera obtener 255 millones, reducir su pasivo para poder acceder a nuevos préstamos e invertir 200 millones en un plan industrial en España. Destinaría 51 millones a Cee y Dumbría.