La agencia de calificación crediticia Moody's rebajó dos escalones el rating de Banco Popular, de Ba2 a B1 y le otorgó perspectiva negativa por sus débiles niveles de solvencia y a que su posición de capital se ha ido "erosionando" desde finales de 2016. Moody's entiende que la entidad que preside Emilio Saracho está bajo una presión "significativa" para intentar mejorar su capacidad de absorción de riesgos y acelerar la ejecución de su estrategia. En este sentido, reconoce que el aumento de la cobertura de los activos improductivos realizada en 2016 y que se eleva al 45% supone un "apoyo" a sus esfuerzos por reducir esta carga.

Sin embargo, estima que este nivel de cobertura sigue siendo inferior al que tienen sus competidores en España, pues el promedio es del 50%. Por ello, cree que va a ser un reto para la entidad vender carteras de improductivos sin quitas. La agencia apunta que desde que el banco anunció la revisión de su estrategia, Popular trabajó para lograr pequeños avances en su plan de activos. La ratio de activos improductivos de la entidad se situó en el 32% a finales de 2016, frente al 30% de un año antes, frente al 15% de promedio del sistema, según Moody's.