Abanca comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que repartirá entre sus accionistas 61,1 millones de euros en concepto de dividendo a cuenta. Este pago, acordado en el consejo de administración de la compañía celebrado el lunes, se deriva de los beneficios obtenidos por la entidad financiera en el primer trimestre de 2017.

La entidad estima que el valor del dividendo a cuenta, a los accionistas que lo fuesen a las 23.59 horas del día del lunes, será de 0,0273 euros brutos por acción, descontada la autocartera. El pago efectivo se realizará el viernes y está sujeto a una retención fiscal del 19%. El pago de dividendo a cuenta también fue notificado a la Sociedad Ahorro Corporación Financiera, encargada de llevar la contabilidad de la compañía y nombrada entidad agente de pagos del dividendo.

En febrero Abanca también acordó repartir dividendos entre sus socios, pero con cargo a las cuentas de 2016. Los accionistas de la entidad se embolsaron 315,4 millones gracias al beneficio logrado el año pasado.

Se trata del mismo dato de dividendo que se repartieron los socios el año pasado, cuando en abril se tomó esa decisión por primera vez tras la compra en 2013 de la entonces Novagalicia por parte del grupo Banesco, liderado por Juan Carlos Escotet, que ganó la puja organizada por el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB). El grupo de Escotet pagó 1.003 millones por el banco gallego.

Apenas un año después, Abanca ya dio beneficios, pero su consejo de administración decidió elevar la solvencia de la entidad tras valorar un reparto de dividendos de 150 millones. En 2015 volvió a ofrecer un saldo positivo, como ahora 2016. Entre ambos años, los accionistas, al frente de los cuales se encuentra el grupo de Escotet con el 86,79% de los títulos, se embolsaron 631 millones.

Precisamente, Banesco completó el pasado febrero el pago de esos 1.003 millones por los que adquirió Novagalicia Banco al abonar con año y medio de adelanto los 300 millones que le quedaban para saldar la operación. El plan de pagos establecía el desembolso de 100 millones este año y de 200 el próximo, cifras que ya abonó.