Estados Unidos acusó ayer directamente a Corea del Norte de estar detrás del ciberataque mundial lanzado el viernes y que ha infectado cerca de 300.000 ordenadores. La inteligencia estadounidense asegura que sus sospechas no son infundadas ya que algunos de los códigos que usa el virus WannaCry, que aprovechando un fallo de Windows se ha expandido por las redes internas de cientos de empresas de todo el mundo, fueron usados en ataques informáticos registrados en el pasado, como el de 2014 contra Sony y que provocó el robo de miles de contraseñas de usuarios de la consola PlayStation. Otras fuentes, por su parte, señalaron que esta no es una prueba definitiva de la implicación de Pyongyang en el ataque, ya que piratas de otros países podrían estar copiando el método norcoreano.

La empresa californiana de seguridad informática Symantec, sin embargo, identificó una versión de WannaCry en el código de ataques al banco central de Bangladesh en 2016, a bancos polacos a inicios de este año o, más recientemente, a Sony Pictures, esté último en represalia por la película The interview, una sátira sobre el líder norcoreano, Kim Jong-Un. Todos estos ataques fueron lanzados por un grupo de piratas informático llamado Lazarus y muy ligado políticamente a este país asiático. Esta semana Rusia, China y la propia Microsoft apuntaron en dirección contraria y acusaron a Estados Unidos de dejadez y de haberse dejado robar el programa que provocó este caos informático.

Mientras se especula sobre el posible culpable, la hemorragia del virus parece estar ya curada. Aunque las espadas continúan en alto. "Los ciberataques, junto al yihadismo, son una de las amenazas que más debemos tener en consideración", asegura el teniente general Rafael Sánchez Ortega, director del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden). "A la vista está que el mundo de la ciberguerra entra a formar parte, como una variable más, de la ecuación de la seguridad para nuestro país y para el mundo", indicó este experto analista durante unas jornadas. "Igual que hay las distintas dimensiones de la guerra desde tierra, desde el mar, desde el aire y desde el espacio, vemos también el ciberespacio como esa zona de actividad de conflicto que ya está ejerciéndose", añadió este especialista.

Sánchez Ortega subraya que el ministerio de Defensa está haciendo "un esfuerzo enorme por mantener un nivel adecuado a la amenaza al tener las herramienta necesarias para defendernos". "Tenemos un mando de ciberdefensa en las Fuerzas Armadas que se está terminando de construir con una capacidad de análisis y defensa bastante potente", concluyó el director del Ceseden.