Suso Seixo, que dejará hoy la Secretaría Xeral de la CIG tras 16 años al frente, criticó ayer a la Xunta porque, a su juicio, "se limita a negar la realidad y a hacer seguidismo del Gobierno central y de la UE", además de "salvaguardar los intereses de las grandes empresas". Seixo, que será relevado por el coruñés Paulo Carril en el VII Congreso de la CIG, comenzó así la presentación del informe de gestión de la ejecutiva confederal, que fue aprobado con 458 votos a favor, ninguno en contra y tres abstenciones.

Durante la lectura de este informe, el todavía secretario xeral de la CIG hizo hincapié en que este sindicato ha combatido durante los últimos cuatro años "las negativas consecuencias de las políticas del Partido Popular", además de fortalecerse internamente para responder a los problemas de los trabajadores.

Carril, por su parte, reconoció que será "difícil" sustituir a Seixo e insistió en la necesidad de coger fuerza para afrontar el momento actual desde un sindicalismo "combativo y asambleario". Carril dijo que su equipo continuará "la razón de ser" de la CIG, un modelo "asambleario, participativo, combativo y presente en los centros de trabajo".