Ocho exresponsables de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se enfrentan desde este lunes en la Audiencia Nacional al juicio de la denominada pieza principal de la CAM, la primera que se abrió por la gestión de la caja y a la que después se sumaron otras seis de las que sólo una, en la que estaba acusado el exdirector general Roberto López Abad junto al último presidente de la comisión de control, ha sido juzgada.

Se trata de un proceso en el que la petición de penas se elevan hasta los 17 años de prisión por actuaciones que, según mantienen las acusaciones, contribuyeron a la desaparición de la que llegó a ser la cuarta caja del país y acabó vendiéndose a Banco Sabadell por el precio simbólico de un euro.

Con Modesto Crespo, el último presidente de la caja, a la cabeza, a quien el fiscal no acusa, se sentarán en el banquillo el exdirector general de la caja López Abad, la exdirectora general María Dolores Amorós y los exdirectores generales Teófilo Sogorb, Vicente Soriano, Francisco Martínez, Juan Luis Sabater y Salvador Ochoa. A todos ellos se les atribuyen delitos que van desde la apropiación indebida a la falsedad documental o la manipulación informativa, entre otros, y por los que reclaman penas que llegan hasta los 17 años de prisión.

La jornada de este lunes se va a dedicar a las cuestiones previas para comenzar mañana con las declaraciones de los acusados.

En banquillo de la acusación y junto al fiscal se sentarán la Fundación CAM, el Fondo de Garantía de Depósitos, el letrado murciano Diego de Ramón y los representantes legales de varios afectados por la compra de cuotas participativas, una parte de los cuales (los que compraron con las cuentas falseadas) tienen acogida en este proceso.