El huracán que golpeó el mercado laboral gallego durante las dos recesiones dejó como grandes damnificados a los trabajadores temporales. Entre ellos está la mayor caída de la ocupación. De los casi 280.000 asalariados que en 2008 estaban con ese tipo de contrato, en 2014 bajaron a unos 183.000. Una reducción de 97.000. La caída en los indefinidos fue de 44.400. Sin embargo, mientras los puestos fijos en los últimos tres años aumentaron en 6.800, los empleados eventuales crecieron cinco veces más, en alrededor de 31.000.