La patronal del metal de la provincia de A Coruña solicitó la mediación del Acordo Interprofesional Galego sobre Procedementos Extraxudiciais para a Solución de Conflitos Colectivos de Traballo (AGA) con la finalidad de intentar llegar a un acuerdo con los sindicatos en la negociación del convenio colectivo del sector. Las centrales sindicales presentes en la mesa negociadora (CIG, CCOO y UGT) aceptaron la mediación pero insistieron en que es la parte empresarial la que no tiene voluntad de llegar a acuerdo, "al haber bloqueado hasta el momento el avance de las negociaciones".

El anterior convenio del metal coruñés, que afecta a unos 20.000 trabajadores en la provincia, expiró en diciembre de 2014, por lo que los empleados llevan dos años y medio con los salarios congelados.

Los sindicatos aceptan la mediación pero, ante la sospecha de que la patronal hizo esa petición "solo para paralizar las movilizaciones", mantienen los actos reivindicativos previstos para las próximas semanas, incluida la convocatoria de huelga para la tercera y cuarta semana de junio. Los representantes de los trabajadores aseguran que los empresarios "no tienen voluntad real de llegar a un acuerdo" y dan de plazo hasta mediados de este mes para que la mediación dé resultados. "Si a día 14 no se logra un acuerdo, se registrará la convocatoria de huelga en todo el sector en la provincia de A Coruña", sentenciaron conjuntamente CIG, CCOO y UGT.

Los sindicatos consideran prioritario que el nuevo convenio colectivo del metal coruñés establezca la subrogación -incorporación a la plantilla- de los trabajadores de las contratas, la regulación de las guardias localizadas fuera de la jornada laboral, recuperar la revisión salarial, mejorar las licencias retribuidas, limitar la utilización de empresas de trabajo temporal (ETT) e incrementos salariales con los que recuperar poder adquisitivo.

"La patronal pretende liquidar la negociación sin incorporar ninguna mejora sustancial en el convenio y recortando derechos ya conquistados y ahondando en la desregulación del sector", sentenciaron los representantes sindicales. Entre las propuestas de la patronal que más crispan a los sindicatos está el incremento en la distribución irregular de la jornada, pasando de las 70 horas actuales a 140. Como subida salarial plantea un 4,5% en cuatro años, pero sin revisión con el IPC.