Antonio Miño acudió ayer a varias oficinas del Banco Popular para preguntar por un plan de pensiones que tenía contratado con la entidad y que prevé rescatar inmediatamente pues acaba de jubilarse. Este ingeniero técnico industrial quedó "más tranquilo" tras ver que no perdería su inversión, pero se solidarizó con los accionistas —"los han atracado, les han robado su inversión"— y con los empleados, a los que vio "muy preocupados" por su futuro.