La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, negó ayer que la entidad financiera haya recibido presiones por parte de las autoridades para acometer la compra del Popular y explicó que el banco no presentó ninguna oferta en el proceso de venta abierto hace unas semanas. "No hemos recibido presión de nadie", aseguró la presidenta del Santander en una rueda de prensa para explicar el proceso de integración entre la entidad y el Popular. Según dijo, el banco que dirige actúa "siempre en interés" de sus accionistas. "Esta oportunidad llega en un buen momento del ciclo económico", añadió a los analistas, ante los que valoró tanto los niveles de crecimiento de la economía española como el coste de la financiación mayorista. "La operación hará que el sistema financiero español sea todavía más sólido".

Botín explicó que Santander no presentó ninguna oferta en el proceso de venta abierto por Popular hace unas semanas y que, al considerar las autoridades europeas que el futuro de Popular era inviable sin acometer una intervención, la entidad fue invitada este mismo martes a presentar una oferta. "Hubo un proceso de venta privado en el que entendemos que no hubo ninguna oferta. Santander no presentó oferta en ese proceso", indicó Botín. Según explicó, el anterior proceso de venta era "una operación de mercado con un cierto valor que hubiera exigido oferta pública con prima" y "en esas condiciones no tenía interés" para los accionistas de la entidad.

La emitida este martes es una "oferta muy distinta de la que hubiera sido hace unas semanas". Después de que a Santander se le propusiera el martes que lanzara una oferta, la entidad presentó un precio y el acuerdo se firmó ayer en torno a las 07.00 horas. "Teníamos información por el proceso anterior y hemos hecho una valoración que tenemos la confianza de que es correcta y nos dará retornos" que, calcula, serán de entre el 13 y el 14% a 2020 ( return on investment, RoI). Los objetivos del banco no se verán alterados pese a las dimensiones de la operación y prevé reportar beneficios de 1.000 millones para esa misma fecha. Además confía en superar una ratio de solvencia del 11% a cierre de año, un "nivel cómodo" para la entidad cántabra.

La presidenta del Santander señaló de hecho que la entidad reitera sus compromisos no solo financieros, sino también comerciales de 2017 y 2018 en beneficio por acción, en dividendo por acción y valor tangible neto por acción y apuntó que estas métricas "aumentarán a partir de 2019". La adquisición del Banco Popular elevará su cuota en solo en el negocio de pymes al 25%.

Por otra parte, Botín explicó que la entidad considera que se pueden producir algunas demandas en relación con Popular, aunque matizó que las referidas a cláusulas suelo "están provisionadas". "Es posible todo tipo de demandas y eso lo hemos considerado en la valoración que hemos hecho del banco", añadió sin ofrecer más detalles.