La restauración del Pórtico de la Gloria estrechó los lazos entre dos símbolos de Galicia. La catedral compostelana y la Barrié de la Maza, gran mecenas de las obras y, en general, del templo, al que lleva apoyando más de 40 años con una inversión en proyectos de conservación de 11 millones de euros. Su historia conjunta da una idea muy clara de la importancia que la fundación creada por Pedro Barrié en 1966 representa para la cultura y, en general, la sociedad gallega. Y como este ejemplo hay muchos en el medio siglo que la entidad, todo un referente en labor fundacional en España, lleva a las espaldas. La venta del Popular al Santander le deja ahora sin su principal fuente de ingresos. La financiación corría a cargo básicamente de los dividendos de su participación en el grupo financiero. Como le ocurre al resto de accionistas, su paquete quede valorado a cero y se enfrenta a un futuro más que incierto.

El primer respingo en la Barrié vino con la absorción a finales de 2012 del Pastor. La fundación era la dueña del banco gallego con el 42% del capital. En la operación recibió a cambio un total de 147.223.593 títulos, representativos del 8,247% del nuevo grupo. José María Arias Mosquera, máximo responsable de la entidad, anunciaba en aquel momento planes para elevar "sustancialmente" la inversión "en un plazo breve" gracias "al aumento de la rentabilidad" de la participación en el Popular. La realidad fue mucho más tozuda que las intenciones.

Entre la prolongación de la crisis y la propia pesadilla que empezó a vivir el Popular, la Barrié fue poco a poco apartándose del grupo de accionistas de referencia en el grupo financiero. Las sucesivas ampliaciones de capital diluyeron su presencia. La de 2012 alcanzó los 2.500 millones de euros para lograr los recursos propios necesarios y aprobar los test de estrés al sector. A finales de 2013 fueron 450 millones para dar entrada a la familia mexicana Del Valle, que se convirtieron en los principales socios. El golpe definitivo vino con la ampliación del pasado 2016, otros 2.500 millones de euros, destinados a reforzar la cobertura del Popular frente al lastre del ladrillo.

¿Resultado? Antes incluso de la última de las ampliaciones, el 26 de enero de 2016, la Fundación Barrié comunica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su participación en el Popular ya no es significativa: el 2,567%. Al cierre del precio de las acciones del pasado martes, serían unos 17,7 millones de euros. Pero ni el paquete se habrá quedado ahí desde la operación para captar capital con el que incrementó el año pasado el colchón de los activos deteriorados, ni hoy valen algo los títulos.

Los cinco años de caídas paulatinas en la cotización para el Popular y la reducción de la participación provocaron, solo hasta 2015, una reducción del 90% en el valor de las acciones que mantenía.

"Durante estos cincuenta años, la Fundación fue formándose a sí misma, creciendo y madurando, apoyando a Galicia allí donde estimamos que era lo más necesario en cada momento, pero con visión de futuro", escribe Arias Mosquera en la carta de presentación de la web de la Fundación Barrié. La misión de la entidad es el trabajo "por el desarrollo social, cultural y económico de Galicia implementando proyectos innovadores en sus cuatro principales áreas de actuación", que son la educación, ciencia, acción social y patrimonio y cultura.

Entre 1996 y 2015, la inversión acumulada por la Barrié asciende a 392,6 millones de euros. A una media de 18,7 millones de euros por ejercicio. En el último del que constan cuentas fueron 8,6 millones.

La otra historia de la fundación se escribe con los números de vértigo de los que han podido aprovecharse de la fortuna de su fundador: módulos de respeto en todos los centros penitenciarios, 2.226 beneficiarios del programa de atención a menores, 438 investigadores en actividades de desarrollo de competencias, 247 profesionales en formación en transferencia de tecnología, 15.313 alumnos becados para el extranjero o casi 4 millones de usuarios en la programación cultural.

La Barrié acabó 2015 con un activo total de 311 millones de euros y un patrimonio neto de 299,5 millones. Por actividad propia ingresó 497.000 euros. Los otros ingresos ligados a su actividad están en arrendamientos al Popular, básicamente inmuebles y garajes. La financiación a través de las participaciones capital, también con la cartera en el Popular, rondan los 5 millones. Tiene a 16 personas en plantilla.