Era lo esperado pero ayer fue confirmado a los portavoces de los sindicatos con representación en el grupo Banco Popular. El Santander prescindirá de la marca Banco Pastor que la entidad hasta el miércoles presidida por Saracho había potenciado en Galicia como una franquicia que le vinculaba con el territorio y la historia de un banco nacido en 1779. Los delegados sindicales tuvieron ayer su primer contacto con quienes serán los responsables de negociar el ajuste de personal y oficinas, pero el tono fue conciliador, de bienvenida, ánimo y reconocimiento a los trabajadores del Popular porque su integración en el grupo Banco Santander se estudiará y ejecutará con calma.

El encuentro fue convocado por los responsables de recursos humanos del Popular y se celebró en la sede de esta entidad en Madrid, pero a ella acudieron también representantes del banco comprador, para presentarse y transmitir ánimo y calma a la plantilla. Lo que sí está claro es que cuando se produzca la integración de las dos entidades, sólo habrá un tipo de oficina y una marca, la del Banco Santander, tanto en Galicia como fuera de ella, según explicaron al salir fuentes sindicales.

Los gestores de la entidad que preside Ana Patricia Botín formarán "en breve" un grupo de trabajo con los que hasta el miércoles gestionaban el Popular para auditar las cuentas, el negocio, pero también para estudiar la red de oficinas, su rentabilidad, el personal con el que cuentan y sus necesidades. De ese estudio previo saldrá el proyecto de integración y la necesidad de cierres, ajustes de personal, traslados o prejubilaciones. "¿Cuando estará definido ese mapa? No nos lo han dicho. Han dejado claro que no hay fechas, plazos ni estimaciones", comentan las mismas fuentes que dan por hecho el ajuste de personal, aunque el interlocutor del Santander no lo haya mencionado pero tampoco negado, y que consideran que es prácticamente imposible -por plazos- que la integración empiece a desarrollarse antes del fin del verano.

El portavoz de la entidad compradora sí transmitió un mensaje de ánimo y reconocimiento a la labor desempeñada por los trabajadores del Popular y les dio la bienvenida al "banco más grande de España".

Carmen Peteiro, responsable de la sección sindical de Comisiones Obreras en el Popular, da por hecho que la de ayer fue "se enmarca entre las muchas reuniones que debe haber y que habrá unas cuantas más preliminares". "Son dos entidades grandes y ya tenemos la experiencia del Popular y el Pastor, el proceso es largo y hay que integrar plantillas, sistemas informáticos, oficinas... Es un proceso largo", añadió.

Los empleados del Popular confirman una fuga de depósitos masiva que se intesificó hace unos diez días después de que el 31 de mayo un teletipo de Reuters informase de que la presidenta del Mecanismo Único de Resolución (MUR), Elke König, había lanzado una advertencia a altos cargos de la Unión Europea sobre el riesgo de intervención del Banco Popular. Ese mismo día el MUR negó que hubiera lanzado ningún aviso y el banco emitió un comunicado en el que informaba de que continuaba en busca de un comprador sin descartar una combinación de ampliación de capital y venta de activos. El miércoles sin embargo se cumplió el guión adelantado por Reuters, en el que se adelantaba que el MUR seguía de cerca el proceso del Popular "con vistas a una posible intervención" ya que los intentos de fusión "podrían ser infructuosos". "Los preparativos generales están en marcha, aunque no se ha tomado ninguna medida concreta", decía la agencia citando a una fuente.

La noticia, que ya advertía que en caso de resolución, podrían imponerse pérdidas a los "bonistas" y las visitas de clientes a las oficinas para pedir explicaciones empezó a intensificarse. "La mayoría -dicen fuentes sindicales- se llevaron su dinero". Y muchos de ellos tenían cuentas muy abultadas que se excedían de los 100.000 euros garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos.