Accionistas cualificados del Banco Popular defendieron, en las semanas anteriores a la intervención de la entidad y su posterior venta por un euro al Santander, que se fuera a una ampliación de capital. Entre los partidarios de seguir esa estrategia estuvieron el conjunto de inversores encabezado por el industrial y financiero Antonio del Valle y el grupo de la familia chilena Luksic, una de las mayores fortunas del país andino. Entre ambos estaban en disposición de inyectar 2.500 millones en el Popular, lo que probablemente les hubiera dado el control.

Estos detalles han trascendido a partir de las revelaciones de Félix Revuelta, presidente de Naturhouse y principal accionista de la también cotizada Sniace. En conversación con este diario, Revuelta confirmó que, en medio de la crisis que finalmente condujo a la caída del banco, los inversores mexicanos y los chilenos le confirmaron que secundarían una ampliación de capital. "No se nos dio a los accionistas la opción de ejercer nuestro derecho, a decidir invertir para salir adelante. Yo lo acabo de hacer con Sniace, donde los accionistas han dado la cara, han invertido para ponerla en marcha. Aquí se pudo hacer lo mismo", comentó el presidente de Naturhouse.

La denuncia de Félix Revuelta, que perdió 45 millones de euros en la crisis del Popular, conecta con informaciones periodísticas que en México señalaban en mayo que Antonio del Valle y el grupo de inversores que lo acompañan querían tomar el control del banco español, en cuyo accionariado el mayor peso correspondía a las familias agrupadas en una sindicatura de accionistas vinculada la Opus Dei.

Del Valle, propietario de un conglomerado industrial y financiero en México, figuró al frente del conjunto de capitalistas mexicanos que invirtieron 550 millones para hacerse con el 4,1% del Popular en diciembre de 2013, unto con María Asunción Aramburuzabala, heredera de la cervecera Corona; el empresario Alfredo Harp, primo de Carlos Slim, o Valentín Díaz Morodo.

Antonio del Valle fue miembro del consejo del Popular hasta septiembre de 2016. Inicialmente se convirtió en uno de los apoyos de Ángel Ron, a su vez respaldado por la sindicatura de accionistas. Las cosas se torcieron después. Se ha atribuido al inversor mexicano un intento fallido de persuadir a Ron para ir a una fusión con el Sabadell, operación que se habría abordado en varias reuniones en la primavera de 2016. En diciembre, Ángel Ron fue destituido por el consejo y se eligió como relevo a Emilio Saracho. Antonio del Valle fue uno de los muñidores del relevo.