Los licenciados universitarios registran menos tasas de desempleo y, por lo tanto, quienes más forzados se ven a la emigración son los gallegos sin formación que tienen más dificultades a la hora de encontrar un puesto de trabajo. De los 28.300 trabajadores que se fueron a otras comunidades el pasado año, más de 16.000 solo tenían el certificado de escolaridad o como mucho terminada la enseñanza obligatoria.

A pesar de ello, los trabajadores cualificados, con formación universitaria, también hacen las maletas por falta de oportunidades laborales en Galicia. El año pasado se marcharon a otras autonomías casi 5.800, un 6% más que el año anterior. Son dos de cada diez asalariados emigrados.

Y frente a estas cifras, el número de titulados universitarios procedentes de otras comunidades autónomas que termina logrando un trabajo en la autonomía gallega fue en 2016 de solo 2.520. Los trabajadores que más atrae Galicia, un total de 7.000, solo tienen el certificado de escolaridad.