La Fiscalía de Madrid se ha querellado contra el expresidente de Bankinter Jaime Botín y otras tres personas por haber defraudado presuntamente un millón de euros mediante la deslocalización "artificiosa" de un avión privado en Portugal, donde no existen impuestos para este tipo de actividades.

La Fiscalía sospecha que los cuatro crearon "un entramado de empresas" para evitar hacer frente al impuesto especial sobre determinados medios de transporte vigente en España, país donde el avión "tenía su base de movimientos, en mayor medida en el aeropuerto de Torrejón".

La entrega del avión comprado en 2012 por 10,7 millones de dólares se realizó en Torrejón y su matriculación estaba sujeta a este gravamen especial, "motivo por el que decidieron deslocalizarlo a Portugal, donde no existe un impuesto similar".