Los trabajadores del sector siderometalúrgico de la provincia coruñesa hicieron ayer una exhibición de fuerza con una manifestación central por las calles de A Coruña que concentró a más de 2.000 personas -la Policía Local cifró en 2.000 los participantes, frente a los casi 3.000 que calculan los sindicatos- para exigir un convenio colectivo "justo" y condiciones laborales "dignas" para los alrededor de 20.000 trabajadores afectados en toda la provincia.

La movilización, convocada por los sindicatos CIG, CCOO y UGT, arrancó en Santa Cristina (Oleiros) y puso dirección a Alfonso Molina para acabar en la plaza Luis Seoane, donde tiene su sede la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC). La manifestación provocó importantes retenciones al corresponder la mayor parte del recorrido con la principal vía de entrada a la ciudad.

La protesta coincidió con la séptima jornada de huelga en el metal coruñés desde finales del pasado mes de junio para exigir a la patronal que negocie un convenio colectivo nuevo que acabe "con la precariedad" en el sector. El anterior caducó en diciembre de 2014 y la negociación está bloqueada desde el pasado día 12, cuando los sindicatos rechazaron la que la patronal definió como su "última oferta". Los trabajadores claman contra esa parálisis en la negociación e instan a los empresarios a abordar asuntos que hasta el momento no han querido tratar como la fiscalización de las mutuas, la limitación de las contrataciones a través de empresas de trabajo temporal (ETT) y la subrogación de las subcontratas, temas que los sindicatos consideran vitales para acabar con la precariedad.

Los representantes sindicales calificaron ayer de "espectacular" tanto la participación en la manifestación de A Coruña como en la séptima jornada de huelga en el sector y cifraron en un 90% el seguimiento del paro de 24 horas en las empresas de la comarca coruñesa. "Superamos todas las expectativas; la huelga está consolidada y la gente concienciada de que hay que seguir luchando para lograr un buen convenio", detalló el secretario comarcal de CIG-Industria de A Coruña, Eduardo Caamaño.

Un parón en las protestas

Este sindicalista explicó que en agosto habrá un parón en los actos reivindicativos porque muchos trabajadores están de vacaciones pero que la idea de los sindicatos es retomar las movilizaciones "con más fuerza" a partir de septiembre. "Es difícil que esta llama reivindicativa, que está muy viva, se apague", sentenció Caamaño, que confía en retomar la convocatoria de huelgas a la vuelta de las vacaciones ante el "inmovilismo" de la patronal en las últimas semanas.

De hecho, los sindicatos creen que los empresarios mantienen una "estrategia de desgaste" y están a la espera de que las movilizaciones de los trabajadores pierdan fuerza. Algo que, sostienen los representantes de los empleados del metal coruñés, no ha ocurrido, por lo que ven "consolidadas" las reivindicaciones de los afectados por el convenio coruñés de la siderometalurgia.