El responsable de Compliance del consorcio automovilístico Volkswagen en Alemania entre 2014 y marzo de 2015, Oliver Schmidt, detenido por el FBI estadounidense por su supuesta vinculación con el caso del software, se declaró ayer culpable en el Tribunal del Distrito de Detroit (Michigan).

Con este acuerdo de declaración de culpabilidad, Schmidt se enfrenta a siete años de prisión y a una multa de entre 40.000 y 400.000 dólares (entre 36.363 y 363.363 euros al cambio actual), después de que admitiera conspirar para saltarse la normativa de Estados Unidos y violar las leyes de calidad del aire del país. Tras esta declaración, el Tribunal del Distrito de Detroit dictará sentencia el próximo 6 de diciembre.