La Federación de empleados de Servicios Públicos (FeSP) de UGT Coruña criticó ayer las prácticas laborales que ejerce la empresa de reciclaje de residuos Coregal, un centro especial de empleo en el que como tal la mayor parte de sus 170 trabajadores son discapacitados. UGT acusa a la firma de "obligar" a sus empleados a realizar funciones "incompatibles" con sus discapacidades. El sindicato recuerda en un comunicado que Coregal "debe cumplir la función social de la integración laboral de personas con minusvalías", aunque sostiene que se "aprovecha" de esta circunstancia y obliga a los empleados a realizar acciones que "ponen en peligro su salud" además de "atentar contra la legalidad" y de ser "poco éticas".

El sindicato recuerda que "en todos los casos denunciados" la Inspección de Trabajo dio la razón a los empleados, pese a lo cual, la dirección "no modifica su forma de actuar" ni "restituye los derechos de los trabajadores". El próximo 6 de septiembre está prevista una nueva vista en Inspección de Trabajo en la que se resolverán nuevos casos denunciados. El sindicato denuncia además las represalias sufridas por un delegado sindical, sancionado "injustamente".

Coregal niega las acusaciones de UGT, explica que es el reconocimiento médico de la mutua el que marca qué funciones realiza cada empleado y que la Inspección de Trabajo requirió información sobre varias denuncias sin encontrar motivos de sanción. Al delegado sindical le abrió un expediente por falta grave que cumplió la normativa.