La Guardia Civil sospecha que las supuestas irregularidades con las subvenciones para formación concedidas a UGT en Asturias y a su fundación IFES no sólo se habrían desviado para la financiación del sindicato, sino que consideran que hay indicios que ponen de manifiesto "a juicio policial, la existencia de pagos en efectivo no declarados, de origen incierto y al margen de la contabilidad oficial, a miembros de la Ejecutiva del Sindicato o cargos de alta responsabilidad en el mismo, los cuales serían utilizados como gratificaciones o complementos no declarados en sus nóminas". Así lo afirma uno de los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado que dieron pie al registro el pasado 17 de enero de la sede de UGT en Oviedo y las sedes de Infastur e Ifes en Asturias.

La Guardia Civil requisó entonces abundante documentación cuyo análisis se traducirá en la elaboración de otro informe para el juzgado que instruye la causa, el número 4 de Oviedo. Los investigadores aluden a esos supuestos cobros en B por sindicalistas en las conclusiones de un informe de 302 páginas, y lo hacen de acuerdo con la declaración de una testigo que "cobra importancia" entre los indicios de las supuestas irregularidades del presunto desvío de subvenciones públicas a la financiación del sindicato.

La UCO resalta en esas conclusiones el contenido de una conversación que la testigo tuvo cuando acudió en 2012 a firmar su despido y una compañera le reveló los pagos en sobres a directivos y empleados.