Los sindicatos UGT y CCOO cargaron ayer contra la ministra de Empleo, Fátima Báñez, a la que acusaron de ser la única responsable de que el llamado plan Prepara, la ayuda de 400 euros para los parados que ya han agotado toda clase de auxilio económico, no se haya prorrogado aún. Visiblemente enfadados las centrales sindicales llegaron a calificar las palabras de la ministra de "irresponsables".

La más dura fue la secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana, que considera que Fátima Báñez no ha "asumido las responsabilidades que le correspondían" y afirmó que sólo se puede atribuir a su Ministerio que la ayuda no fuese prorrogada. La representante del área de empleo del sindicato aseguró que la ministra pidió unanimidad, pese a que no hay fecha de reunión de la conferencia sectorial y sin que hayan existido contactos suficientes con los sindicatos y las comunidades. Para el sindicato, la intervención de Báñez es "irresponsable con la ciudadanía, en general, y para las personas en desempleo, en particular".

En esta línea, aseguró que si se hubiese llevado la propuesta de prórroga del plan al Consejo de Ministros del pasado 25 de agosto, o si se llevase al de este viernes, "no se hubiera producido un vacío en la protección a los desempleados" o "se hubiesen conseguido reducir los plazos". En una línea muy similar, el secretario de política sindical de UGT, Gonzalo Pino, criticó que no es "coherente" dejar "al descubierto" a más de la mitad de los trabajadores "que están sin recursos". Y auguró que el planteamiento del Ministerio de Empleo generará "conflictos". Pino hizo estas declaraciones durante la presentación de un estudio que pone de relieve que el 10% de los trabajadores no puede ni siquiera hacer frente a los gastos básicos de alimentación, un desembolso que cifró en aproximadamente 350 euros al mes. Y abogó por una subida de los salarios.