Si la economía española crece es, sobre todo, por obra y gracia del consumo, principal palanca de la recuperación. Se gasta más y eso se nota también en el movimiento de las tarjetas de débito y crédito, que en el primer trimestre de este año batieron un récord histórico: hay casi 50 millones en circulación. Pero la estrategia de la banca para mejorar sus márgenes de negocio en un contexto de bajísimos tipos de interés pasa, entre otras cosas, por tirar de comisiones, incluida la cuota que el cliente paga por sacar efectivo en cajeros que, o bien no pertenecen a su entidad o están fuera de la red en la que puede obtener dinero sin gasto alguno. ¿Alternativa? Tirar directamente del dinero de plástico en las compras. Las operaciones en los Terminales de Punto de Venta (TPV) aumentan el triple, cerca de un 10%, que las extracciones en los cajeros. Abanca está sacando provecho a este nuevo fenómeno y, además de estirar el número de dispositivos en comercios, los ha logrado colocar en eventos profesionales o de ocio, como recientemente ocurrió con el macrofestival de música Mad Cool en Madrid.

En la cita, celebrada el 6,7 y 8 de julio, cada día pasaron por la Caja Mágica de la capital hasta 45.000 personas. El evento colgó el sold out. Entradas agotadas para ver a los alrededor de 60 grupos del cartel de esta edición, con nombres tan potentes como Green Day, Foo Fighters, Kings of Leon, Foals, Manic Street Preachers o Wilco. El Mad Cool es ya un festival de referencia europea. Y los dispositivos para pagar en las barras distribuidas por el recinto fueron exclusivos de Abanca. "En este último año la entidad ha estado también en el festival Vive Nigrán, en ferias de autónomos o en Conxemar, entre otros", cuentan fuentes del primer banco gallego, que achacan el crecimiento de esta parte del negocio a una oferta comercial "muy competitiva" que le permite ampliar la clientela más allá del comercio. Además de los TPV tradicionales, Abanca dispone de terminales móviles sin cables ni necesidad de wifi, "un modelo que se adapta muy bien a la demanda de los organizadores de eventos como festivales o ferias".

Al cierre del pasado junio, según recoge el informe económico semestral de Abanca, su red de TPV alcanzaba las 38.705 unidades. Son 2.800 más que un año antes. Los TPV, al igual que los cajeros y las aplicaciones para operar a través del teléfono móvil, están desde 2015 en un proceso de renovación para "adaptarse a las tendencias tecnológicas, incorporar soluciones que son referencia mundial por su facilidad de operación y seguridad e implantar mejores prácticas en las funcionalidades de la banca".

El desembarco de Abanca en el circuito de los festivales de música persigue un doble efecto. El habitual, con las comisiones que recibe por el uso de los TPV, pero también lanzar un guiño al perfil del cliente joven, al que, asegura, "ofrece productos y servicios adaptados a sus necesidades". Las dos oficinas-autobuses de Abanca también cubren festivales y fiestas de verano para "dar servicio financiero al público" y, de paso, reforzar la imagen de marca.