La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha rebajado una décima, hasta el 3,1%, la previsión de crecimiento de la economía española en 2017 por la desaceleración prevista para el segundo semestre del año y la pérdida de dinamismo del consumo privado.

Funcas indica que aunque el proceso de recuperación continúa, el menor poder adquisitivo de las rentas salariales está moderando el consumo privado, que crecerá un 2,5% este año, mientras repunta el gasto público (+1,3%) debido al aumento de la contratación de las administraciones públicas. Al mismo tiempo, se mantiene la "fortaleza" de la inversión (+4,7%), sobre todo en construcción de vivienda (+7,9%).

Por su parte, el organismo considera que la evolución del sector exterior sigue siendo positiva, dado que las exportaciones (+5,6%) se beneficiarán de la recuperación de la zona euro, que representa más de la mitad de las ventas españolas al exterior. Las importaciones, por su parte, crecerán a mayor ritmo (+4,7%) por el "notable" incremento de las compras de productos energéticos.

A pesar de la rebaja de una décima de la previsión, el pronóstico de Funcas se sitúa por encima de la estimación del Gobierno para este año, situada en el 3%, si bien el Ejecutivo ha adelantado que revisará al alza esta previsión coincidiendo con la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018.

En cuanto a los precios, Funcas estima que el IPC repuntará un 1,9%, dos décimas menos que en la anterior previsión, y atribuye esta menor presión inflacionista a la contención de los salarios y al impacto favorable de la apreciación del euro sobre el coste de las importaciones. Asimismo, el deflactor del PIB experimentará un aumento moderado, del 1,2%.

Sobre el mercado laboral, la previsión de Funcas es que el empleo aumente "con intensidad" este año, con un crecimiento estimado del 2,9%, muy próximo al incremento del PIB, al tiempo que la tasa de paro se reducirá hasta una media anual del 17,1%, en línea con la anterior previsión.

Funcas estima que para 2017 el déficit del conjunto de las administraciones públicas se situará en el 3,3% del PIB, dos décimas por encima del objetivo previsto para este año, mientras que el déficit alcanzaría el 2,4% del PIB el próximo año, también dos décimas más que lo comprometido con Europa.Desacelereación en 2018

De cara a 2018, afirma que la desaceleración que ha empezado a manifestarse en la segunda mitad de este año se confirmará en 2018, con una estimación de PIB del 2,7%, debido al menor dinamismo de la demanda nacional. A su vez, el consumo privado mostrará una tónica menos positiva que en años anteriores, a medida que las familias ajusten sus decisiones de gasto a la evolución de la renta disponible.

Por otra parte, se espera una desaceleración del consumo público, en consonancia con los objetivos de reducción del déficit público. Por el contrario, la inversión mantendrá en 2018 su dinamismo, sobre todo en el sector de la construcción, donde se espera un "impulso significativo" en el segmento residencial, estimulado por los bajos tipos de interés.

Asimismo, el sector exterior seguirá alimentando el crecimiento en 2018, aunque algo menos que en el presente ejercicio. En concreto, las exportaciones de bienes progresarán a un ritmo superior que los mercados internacionales, mientras que las importaciones, por su parte, mantendrán la senda de recuperación iniciada en trimestres anteriores.

En la misma línea, la desaceleración de la economía también se reflejará en el mercado laboral, si bien el empleo crecerá un "sólido" 2,3% en 2018, lo que permitirá una nueva reducción de la tasa de paro, que alcanzará una media del 15% el año que viene.Riesgos políticos y económicos

En cuanto a los riesgos a los que se enfrenta la economía española, Funcas afirma que el mayor riesgo político para España es la situación de Cataluña, aunque no se detecta "impactos significativos" ni sobre la economía ni sobre los mercados. No obstante, indica que de prolongarse indefinidamente el 'impasse', afectaría a las primas de riesgo y aumentaría la carga financiera que soportan tanto el sector público como el privado.

Además, advierte de que podrían aplazarse ciertas inversiones y producirse un proceso de relocalización de empresas, con el consiguiente efecto en la recuperación y la generación de empleos estables.

Entre los riesgos económicos, destaca la "brusca" apreciación del euro desde el inicio del año, si bien apunta que en la actualidad la cotización del euro alcanza 1,20 dólares, un valor próximo al equilibrio que, de mantenerse, no debería plantear importantes dificultades para los exportadores. No obstante, alerta de que una apreciación suplementaria podría perjudicar la competitividad y afectar a la recuperación.

También apunta que el ratio deuda pública/PIB sigue siendo muy elevado y asegura que el volumen de deuda seguirá aumentando como consecuencia de la persistencia del déficit público, lo que supone un "elemento importante de vulnerabilidad" ante posibles 'shocks' que puedan dar lugar a ascensos en los tipos de interés y dificultar la refinanciación de los grandes volúmenes de deuda que vencen cada año, equivalentes aproximadamente al 20% del PIB.

Por último, indica que otra fuente potencial de riesgo es la retirada de las medidas extraordinarias de política monetaria a lo largo de 2018, ya que este proceso podría generar situaciones de "tensión" en los mercados financieros, en cuyo contexto la deuda española podría sufrir un "castigo mayor" que la de otros países, debido precisamente al elevado nivel de endeudamiento público.