-¿Hay una excesiva presión regulatoria?

-No todo el mundo lo dirá igual, pero los efectos de la presión regulatoria afectan al sector. Ya los tenemos exógenos, como tipos de interés y demás, y unos elementos que restringen la rentabilidad que provienen de un altísimo nivel de exigencia de capital y de unos costes de adaptación a toda esta maraña regulatoria, que es enorme. Se está construyendo un framework nuevo de regulación global en un sector sistémico y hay que ordenarlo. Se están metiendo mucho con los bancos comerciales, que no son los malos de la película. Y, sin embargo, el mundo de los fondos de inversión, el sistema parafinanciero, el shadow banking? Estos son más difíciles de aprehender y seguramente tienen más influencia. No me parece el mejor camino, tienen que dejarnos respirar un poco.

-Ahora hay otra revolución en la banca, la digitalización, todo un cambio de paradigma.

-Del que no sabemos todavía mucho. Sí sabemos que está cambiando el consumidor y que tenemos a nuestra disposición tecnologías que no teníamos antes. Pero ver cómo se traduce en un modelo de negocio no es fácil de saber, será un reto grande. La banca tiene ahora un gran esfuerzo inversor para este cliente digital, pero los retornos no son tan obvios.

-Todo se puede hacer con un móvil o muchas de las operaciones que se hacían en la oficina.

-Con su teléfono, por ejemplo. El saldo de su cuenta hace unos años lo miraba una vez a la semana. Ahora la gente lo ve cinco veces al día, ¡es tan fácil! Y cada vez que pide el saldo de su cuenta en su móvil inicia un proceso en el banco que genera consumo de computación? Y esos gadgets no son productivos, porque a mí no me va a dar nada. ¿A usted tampoco, eh? [ríe] Son costes adicionales sin retorno. Es muy complicado. Y no sabemos qué tipo de consumidor tendremos en el futuro, porque a día de hoy vienen chicos de veintitantos años que quieren montar un negocio y necesitan ayuda. Siempre va a ser necesario acercarse a una oficina.

-¿Cuál es su estrategia?

-Llevar este proceso a cabo en el core del negocio. Yo prefiero ir más despacio en algunas cosas pero hacerlo desde el centro del negocio,. De momento está siendo todo un éxito.