Galicia consolidó el mes pasado su posición en el ranking español como la autonomía con la peor evolución de la recaudación tributaria en lo que va de año en una lista en la que a diferencia de meses pasados no hay perdedoras, ninguna reduce sus ingresos. La comunidad prácticamente mantiene el mismo nivel de recaudación que a estas alturas del año pasado, 3.851 millones, tan solo un 0,3% por encima.

La explicación está en la conjunción de varios factores, algunos generales, como la nueva forma de transmisión de las declaraciones de IVA y otras, como la menor recaudación del Impuesto sobre Sociedades, en las que muestra diferencias respecto al del conjunto del país. El resultado es que prácticamente todas las tasas cerraron el octavo mes del año en Galicia con ingresos más bajos que un año atrás, salvo el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que se incrementó un 7,5%, hasta los 1.838 millones; las rentas de los no residentes (IRNR), con un 17% más, hasta los 63 millones, y los impuestos especiales, que mejoran su comportamiento un 60%, y aportan 86 millones a Hacienda desde enero.

Los primeros pagos de las declaraciones de la Renta con resultado a ingresar, contabilizados en julio, ya habían devuelto al IRPF su primera posición como impuesto que más aporta a la Agencia Tributaria en Galicia, después de que los descensos de los salarios y los despidos motivados por la crisis y las subidas de IVA provocasen que la tasa sobre el consumo lo superase como principal sustento de los ingresos del Estado. La estela de esta mejora se mantuvo en agosto con un avance del 30% respecto al año pasado, hasta contabilizar 156 millones. Es exactamente un 8% de que Hacienda obtuvo en lo que va de año (1.838 millones) y la cifra incrementa un 7,5% los registros del mismo periodo de 2016.

Lugo es la provincia con más repunte, un 11%, hasta los 136 millones, y A Coruña la que más ingresa, 1.091 millones, el 59% de toda Galicia. El aumento de los ingresos por la vía de los salarios en Galicia es superior a la del promedio del Estado, de un 6%, un dato que la Agencia Tributaria atribuye a los buenos resultados de las cuotas diferenciales del IRPF; es decir, a la campaña de la Renta, por la creación de empleo.

La tasa que mejor comportamiento tiene este año en Galicia son sin embargo los llamados impuestos especiales -los que gravan alcohol, tabaco, combustibles y energía-, con un incremento de la recaudación del 60%, frente al avance del 3% registrado en el conjunto nacional. El dato coincide con el periodo de liquidación del segundo trimestre de los impuestos sobre las bebidas alcohólicas. Su saldo, de tan sólo 86 millones, es menor comparado con el IRPF (que genera el 47% del total) o el IVA (el 39%). Ocurre algo parecido con el Impuesto sobre las Rentas de los No Residentes (IRNR), que dejó sólo 63 millones en los ocho primeros meses del año, un 17% más.

En el otro lado de la balanza están los impuestos que más restan. Hacienda ya avisa en su informe mensual de recaudación tributaria, hecho público ayer, de que los ingresos de agosto se ven influidos por la implantación del nuevo sistema de Suministro Inmediato de Información (SII) del IVA, según el cual desde julio las empresas acogidas pueden presentar sus declaraciones mensuales hasta el día 30 (en lugar del 20 que rige para las firmas que hagan declaraciones mensuales), con lo que la recaudación se contabilizará sobre todo en septiembre y octubre. El impacto en Galicia se notó. De los 110 millones que Hacienda ingresó en agosto de 2016, pasó a un saldo negativo de 9 millones. En el conjunto de España, el descenso fue del 90%. Este efecto contable y el frenazo en la aportación del consumo por la bajada de los precios, según Hacienda, provocan que el balance anual del IVA acumule un descenso en Galicia del 7%. A Coruña dobla este retroceso (-16%); Lugo sufre uno más leve (-1%), mientras Pontevedra (+4%) y el centro recaudador de Vigo (+6%) salvan el año.

Sociedades cae un 25%

El impuesto sobre Sociedades, que grava el beneficio de las empresas, tampoco deja un buen balance. Acumula una caída del 25%, hasta los 180 millones de euros, respecto a los ocho primeros meses de 2016. A Coruña tiene la culpa; de pasar a aportar 79 millones (el 33% gallego) entre enero y agosto del año pasado presenta un saldo este año de -5,5 millones). En el conjunto estatal esta tasa experimenta un avance del 60%, aunque Hacienda advierte del efecto de los diferentes cambios normativos.

De un lado, el impuesto de 2016 se liquida a finales de julio y esa declaración se contabiliza en agosto. En ese ejercicio estaba vigente la rebaja del 28 al 25% del impuesto general pero en octubre y para cuadrar el déficit, el Gobierno subió los tipos aplicados a los pagos fraccionados de la tasa sobre los beneficios empresariales a las firmas que facturan más de 10 millones al año y que se abonan en octubre, abril y diciembre. En el conjunto de España, la liquidación supuso devolver en julio 2.967 millones frente a los 2.373 millones obtenidos en pagos fraccionados y deja un lastre de momento de 1.168 millones. Los expertos y los técnicos de Hacienda ya dejaron claro que esta medida serviría para reducir el déficit a final de año pero se vería compensada en la liquidación anual. El balance del mes de agosto deja un recorte en Galicia de tan sólo un 3% pero suficiente junto con el IVA para dejarla con una caída del 19% en la recaudación mensual (de 375 millones), en línea con el -18% nacional.

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