El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antón Arias Díaz-Eimil, es un líder patronal atípico. Ha defendido la subida de los sueldos por "justicia social" (para distribuir la riqueza generada en las empresas), y ha abogado por una modificación de la reforma laboral. "Hay aspectos que deberíamos adaptar a una nueva realidad y no permitir que se eternicen situaciones de precarización". Esta línea argumental la había espetado ya nada más hacerse con el cargo -vacante por la dimisión de Antonio Dieter- y causó en enero un enorme revuelo entre las organizaciones provinciales y sectoriales. Ahora que lo ha vuelto a hacer (en una entrevista con la Cadena Ser), la patronal de Pontevedra ha saltado como un resorte. Quieren una rectificación, primero, y que las declaraciones de Arias no se desmarquen del consenso empresarial, después. El comité directivo de la CEP decidió el lunes por unanimidad censurar las palabras de Arias en una carta que le envió.