Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, reclamaron ayer al Gobierno que eleve el gasto en pensiones en España acercándolo al nivel de otros países europeos para garantizar así un sistema público "fuerte y sostenible". En declaraciones a los medios antes del arranque de la movilización que reunió ayer en Madrid a miles de jubilados que iniciaron el pasado 30 de septiembre marchas desde distintos puntos de España, Sordo ha señalado que no hay "ninguna maldición económica" para explicar que un sistema público con pensiones dignas no puedan ser viables en el futuro.

Sordo apuntó que para hacerlo solo se necesita una decisión política: cuánto se quiere gastar el país en sus pensiones. "Se puede ir a un gasto del 15% del PIB", aseveró.

En la misma línea, Álvarez señaló que la fortaleza del sistema pasa por mejorar los ingresos y acercar el gasto en pensiones de España -donde supone el 10,4% del PIB- hasta el 14% de los países del entorno. Para elevar esos ingresos, los sindicatos apuntaron varias vías: subir los salarios más bajos, elevar las dotaciones presupuestarias, recurrir a los impuestos, quitar los topes máximos de cotización o sacar de la Seguridad Social determinadas partidas.

Junto a esto, insistieron en la urgencia de derogar la reforma de 2013, que las subidas de las pensiones se vuelvan a vincular a la inflación y acabar así con el 0,25% y el actual coeficiente de cálculo.

"Que no nos traten de engañar, que no nos digan que suben un 0,25% porque eso es una bajada, la vida sube un 3%", reclamaba Manuel, un jubilado gallego que llegó a Madrid junto a su mujer Iluminada para protestar contra unas "pensiones de miseria".

"Tras 30 años trabajando me quedaron 600 euros de pensión, con eso no se puede vivir, es una miseria, no hay derecho", añadía Iluminada. "¿Cómo vives con 700 euros, cómo pagas luz, agua, teléfono...? Ellos [los políticos] no piensan en ello, porque no saben lo que es", añadía la improvisada portavoz de un grupo de viudas de Vigo.

Durante diez días, las marchas de pensionistas recorrieron España para terminar con una gran manifestación en la capital, desde la plaza de Atocha a la céntrica Puerta del Sol. Entre 80.000 y 90.000 pensionistas han ido participando en las cuatro rutas de esta marcha, a los que se sumaban muchas personas más en cada ciudad a la que llegaban.

La primera ruta (la gallega) partió de dos cabeceras, Santiago y Gijón, que se unieron posteriormente en Benavente (Zamora).