Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 5.077 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 10% con respecto al mismo periodo de 2016. El banco que preside Ana Botín explicó que el repunte de su beneficio se debe al incremento de la calidad y la recurrencia de los ingresos, junto con el control de costes y una mejora de la calidad del crédito. La entidad registró este resultado tras destinar 515 millones de euros a cargos extraordinarios. En el tercer trimestre, el grupo se apuntó unos cargos no recurrentes de 300 millones de euros por la integración del Popular, de 85 millones de euros por la integración de la unidad minorista y de la banca de consumo en Alemania, y de 130 millones por empresas participadas, activos intangibles y otros conceptos.

Excluyendo estas partidas, el beneficio ordinario del Santander en los nueve primeros meses se situó en 5.592 millones de euros, un 15% más. Además, la ratio de morosidad del banco bajó hasta el 4,24%, debido principalmente al acuerdo para vender 30.000 millones de activos inmobiliarios del Popular.