-¿Qué tal los nuevos socios?
-Fenomenal.
-Esto de tantos cambios en tan poco tiempo...
-Caixanova, Magnum, PAI, ICG y, desde SAR, Palamon, a los que también conocí. Cinco. A todos les expliqué lo mismo: "La geriatría es cuidar a personas. El Ebidta y el beneficio dependen de la calidad. Si queréis ganar dinero sin calidad, empieza la quiebra". Lo entendieron perfectamente.
-La mejor prueba es que usted se mantuvo siempre.
-(Ríe) Efectivamente.
-Aunque es cierto que la dinámica de los fondos es...
-Compleja.
-Y con prisas. Dice habitualmente que no es un sector para hacerse rico ni ganar dinero rápido.
-Tienes que saber explicárselo desde el principio. No hay pelotazos. Cuando un fondo entiende que esa calidad puede ser para un ser querido, su propio padre, empiezas de verdad a trabajar con ellos.
-Pero ganaron dinero.
-Ganaron dinero.
-¿Cómo se crea un gigante en un sector desde una comunidad que siempre se tilda de periférica?
-En esto fue avanzadilla. Cuando empecé, era la época de Fraga y recuerdo que decía que los mayores representaban la sabiduría de la tierra y era nuestra obligación cuidarlos. Todavía no se hablaba en España de geriatría y en Galicia ya empezábamos a hacer centros.
-A lo mejor tiene algo quever lo que el presidente del Círculo de Empresarios dijo de usted cuando le entregaron su medalla: "No se repliega ante retos ni la competencia".
-Amo la geriatría. No hay nada por encima de mis mayores. Queremos dejar una huella: que no se puede tener aparcamientos de mayores. Es cierto que soy una privilegiada. Una vez al mes como con los 10 hombres más mayores e importantes de Galicia. Su experiencia no la tenemos nadie. Si somos capaces de hacer círculos con esa experiencia, podremos con todo.
-En un mundo laboral de desigualdades, ¿qué supone que el 88% de la plantilla sean mujeres?
-Implica la igualdad y decir: "¡Qué orgullosa estoy de que haya cada vez más mujeres directivas!". El mayor equilibrio de la sociedad es la igualdad absoluta.
-Será difícil pagar estos servicios con las pensiones menguando.
-Pero también la generación que viene tendrá plan de pensiones.
-Cuesta imaginarlo con el actual poder adquisitivo.
-Hay una tendencia, la del alquiler a través de grandes inmobiliarias para pagar la plaza residencial. Lo que no podemos pensar es que la máxima calidad es barata.
-¿Pero no hay peligro de que haya gente que quede fuera?
-El Estado tendrá siempre la obligación de cubrir bien los servicios mínimos a personas que no puedan. Tenemos carreteras, AVE, ¿cuándo nos vamos a ocupar del bienestar? Es el derecho del siglo XXI.