Al jefe de la misión en España de la Comisión Europea durante los años del programa de asistencia financiera, Servaas Deroose, no le han faltado alabanzas para el rescate solicitado por España en junio de 2012. "Un éxito", aseguró ayer el que fue responsable de los conocidos como hombres de negro. El resultado deja un sistema bancario "más solvente, rentable y resiliente". "La aplicación del programa ha sido un éxito", señaló durante su intervención en la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorro. Deroose destacó la velocidad de aplicación del rescate -por importe de 41.300 millones de euros, de la línea de hasta 100.000 que inicialmente se solicitó- gracias al "claro compromiso" del Gobierno y otras instituciones españolas. "La economía española está de nuevo en pie y en mejor forma que hace cinco años", apuntó este experto.

Sin el rescate, la situación de la economía española sería "mucho peor", señaló Deroose, "con un mayor coste para la economía y para los contribuyentes". Las medidas de recapitalización interna aplicadas durante el rescate español permitieron ahorrar unos 13.000 millones de la cantidad que finalmente se solicitó al MEDE. "La salida de España de la crisis y su crecimiento actual se deben a las soluciones que se ofrecieron al sector bancario y a las reformas estructurales que se adoptaron durante el programa [de asistencia financiera]", apuntó.

Deroose sostuvo que el régimen de supervisión financiera español de aquella época "no estaba preparado" para superar la crisis y defendió que el Ejecutivo comunitario hizo "lo que pudo" para subrayar los riesgos que afectaban a la economía española. Un reproche directo al Banco de España en aquella época y sin atisbo ninguno de autocrítica para la CE que, dijo, tenía "un papel muy limitado".

Precisamente, el excomisario europeo de Asuntos Financieros y Monetarios, Olli Rehn, responsabilizó en la misma comisión a los países más saneados de la eurozona, en velada alusión a Alemania, de no haber permitido un ajuste "más suave" para reequilibrar las cuentas de los países en dificultades.

"La CE prefería un reequilibrio más suave, recomendando medidas macroeconómicas", dijo durante su intervención en el Congreso y recordó que en la reunión de mayo de 2010 del Ecofin Bruselas propuso establecer responsabilidades solidarias de los estados miembros.