La popular frase "se acerca el invierno" tiene su particular repercusión en un mercado laboral que en primavera y verano genera empleo, pero que repliega velas en los meses en los que las temperaturas van en descenso por el fin de la temporada turística en época estival. Este año no es una excepción y 1.846 personas pasaron a engrosar las listas de paro durante el mes de octubre en Galicia, una cifra que, no obstante, es el menor incremento de toda la serie histórica, que arranca en el año 2005, gracias, en parte, a que el buen tiempo estiró la campaña turística.
De hecho, prácticamente toda la destrucción de empleo registrada durante el último mes corrió a cargo, precisamente, del sector servicios y entre los grupos de profesionales con un menor nivel de formación. Un total de 1.768 de los 1.846 nuevos desempleados proceden de empresas de este sector que, tras el empujón que recibe su negocio en los meses de verano, se ven obligadas a reducir sus plantillas.
El número total de parados registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) asciende a 185.903 en la comunidad, un alza del 1% en el último mes -frente al repunte del 1,67% registrado en el conjunto del Estado-.
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La sostenida creación de empleo de los últimos meses ha permitido reducir el número de desempleados desde los niveles cercanos a las 300.000 personas que se llegaron a registrar en el punto más álgido de la crisis, por lo que la Xunta destaca la fortaleza de los datos y se reafirma en su "reto" para 2018 de crear "17.500 nuevos empleos y cerrar el año con la tasa de paro por debajo del 14%".
Sin embargo, la recuperación del mercado laboral se produce en Galicia a un ritmo más lento que en el resto de España. En el último año el número de parados cae un 6,6%, un porcentaje que solo supera al 4,8% de Canarias y que se aleja del fuerte descenso del 7,9% registrado en el conjunto de España.
Creación de empleo
Buena parte de la culpa de esta dinámica la tienen las mayores dificultades con las que se encuentra Galicia para crear empleo en tiempos de bonanza económica y las facilidades para destruirlo cuando las condiciones son desfavorables.
De hecho, la comunidad gallega perdió el mes pasado 2.356 afiliados a la Seguridad Social, una media de 76 por día, hasta quedarse con 989.904 cotizantes, un 0,24% menos que en septiembre. La destrucción de puestos de trabajo solo es superada por otras dos comunidades: Baleares, con 36.509 afiliados menos, y Castilla-La Mancha, que perdió 10.869. En el lado opuesto aparecen Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía, que incorporaron al mercado laboral en octubre a más de 35.000 personas cada una.
Gracias a ellas, principalmente, las afiliaciones a la Seguridad Social aumentaron un 0,51% en el conjunto de España, con 94.368 más (cifra que convierte el pasado en el segundo mejor octubre en doce años), hasta alcanzar un total de 18.430.529 empleos. Estos puestos de trabajo creados no impidieron, sin embargo, que el paro en España aumentase un 1,67%, hasta los 3.467.026 desempleados, 56.844 más que en septiembre. Una tendencia que indica que la población activa en España ha aumentado, pues hay más inscritos en las listas del antiguo Inem y también en la Seguridad Social.
Las previsiones que apuntan a un enfriamiento en el crecimiento económico el próximo año se trasladan también al mercado laboral, que se aleja ligeramente de los elevados niveles de generación de empleo de casi el 4%. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, criticó "que se está ralentizando la creacion de empleo" y que su calidad es "manifiestamente mejorable", a lo que UGT añade que los datos de creación de empleo "esconden un alto volumen de precarización".
