La Comisión Europea elevó ayer sus previsiones de crecimiento para España, que crecerá en 2017 un 3,1% frente al 2,8% calculado con anterioridad, mientras que en 2018 se moderará hasta el 2,5%, una décima más que sin estimación anterior, aunque advirtió de los riesgos que supone el desafío secesionista en Cataluña de cara al futuro.

Bruselas alinea de esta forma su pronóstico para este año con el del Gobierno español, que también sitúa en el 3,1%, pero es más optimista de cara a 2018, año en el que el Ejecutivo rebajó al 2,3% su pronóstico por la crisis catalana, cuyo impacto cifra en 5.000 millones.

Sobre este asunto, el Ejecutivo comunitario afirma que las reacciones del mercado a los "eventos recientes en Cataluña" han sido "contenidos", pero añade que existen el riesgo de que "futuros acontecimientos puedan tener un impacto sobre el crecimiento", cuyo tamaño "no puede ser anticipado en este momento".

En cualquier caso, el documento de la Comisión Europea, cuya fecha de corte es el 23 de octubre, destaca que "lejos de desacelerar, como se esperaba en primavera, la actividad económica aceleró en el segundo trimestre" de este año, con la demanda doméstica como "principal motor de crecimiento".

Sin embargo, estima que la expansión del PIB español se moderará en 2018 y 2019 -hasta el 2,1%- debido a la ralentización del consumo privado como consecuencia de una menor creación de empleo, la absorción de la demanda acumulada y el menor peso de factores que han apoyado el incremento de la renta disponible de los hogares, como el precio del petróleo.

La Comisión Europea cree que la economía española se podría beneficiar de una contribución mejor de la esperada por parte de las exportaciones netas. De hecho, espera que las importaciones se moderen a lo largo de los dos próximos años mientras que las exportaciones crezcan a mayor ritmo, por lo que el superávit por cuenta corriente aumentará desde el 1,7% este año hasta el 1,9% en 2018 y 2019.

Déficit público y deuda

Bruselas también destaca que el "fuerte crecimiento" de la economía española sigue reduciendo el déficit, que bajará al 3,1% este año, en línea con el objetivo pactado en la Unión Europea, y al 2,4% en 2018, dos décimas superior a la meta acordada. En 2019, el desvío de las cuentas públicas seguirá cayendo hasta el 1,7%.

Esta mejora de previsiones para España coincide con la tendencia en el conjunto de la Eurozona, para la que la Comisión incrementó cinco décimas su previsión de crecimiento hasta el 2,2% este año, el mayor incremento en una década, mientras que la actividad económicas se ralentizará levemente hasta el 2,1% y el 1,9% en 2018 y 2019, respectivamente.

La estimación para el conjunto de la Unión Europea también sube al 2,3% desde el 1,9% calculado en mayo. La economía del bloque comunitario registrará un aumento del 2,1% en 2018 y del 1,9% en 2019, según las 'previsiones de otoño' hechas públicas ayer.